El constructor automovilístico alemán BMW  anunció este miércoles que había tomado el control de la escudería suiza de  Fórmula 1 Sauber, lo que le permitirá disponer a partir de enero de 2006 de una  escudería con su propio nombre y en la que tendrá el poder absoluto.

BMW, que volvió a la Fórmula 1 en 2000 para conquistar el título de campeón  mundial de constructores, señaló en una conferencia de prensa en Múnich (sur de  Alemania) que disponía desde ya del control mayoritario de la escudería  helvética, sin precisar el porcentaje de las acciones ni el monto de la  operación financiera.

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 Además, el constructor señaló que estaba negociando con su socio actual en  la Fórmula 1, la escudería británica Williams, para proveer motores la próxima  temporada.

 BMW y Williams están ligados por un contrato para proveer motores en  exclusiva hasta 2009, pero existen cláusulas que permitirían la ruptura.

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Imitando al constructor francés Renault, que en 2002 compró la escudería  Benetton, BMW toma el control de la escudería Sauber con el objetivo de cambiar  todo: el nombre, la organización y, esperan en Múnich, el palmarés.

Según una fuente cercana a la escudería, la transacción alcanzaría los 80  millones de euros.

La elección de BMW en principio es industrial: "Esperamos que la Fórmula 1  salga reforzada de su fase actual de reestructuración y que en el futuro sea la  categoría reina del deporte automotor", explicó Burhard Göschel, director de  desarrollo de BMW.

Para la firma bávara, no hay dudas de que la "Fórmula 1 es la plataforma ideal para demostrar nuestra competencia como constructor de automóviles".

   BMW no dudó en criticar, sin nombrarla, a la escudería Williams.

"La influencia del motor sobre el potencial de victoria en una escudería  retrocedió. El chasis, los neumáticos y los pilotos juegan ahora un papel más importante que en el pasado", declaró Mario Theissen, director de operaciones  deportivas de BMW.