El festival de rock Definir a Ecuador, que se realizó en Quito, tuvo como consigna que las bandas participantes interpretaran temas inéditos. Además se dio espacio a ritmos derivados del género como el funky y otros.

Hubo un momento en el que parecía que no iba a pasar nada. Todo estaba listo, la amplificación, las luces, los músicos. Pero faltaba el público, quizá porque era sábado. Hasta que se dieron los primeros acordes y, mágicamente, la gente empezó a llegar: se había dado inicio al festival Definir a Ecuador, en el que solamente se oyeron canciones inéditas en el bar El séptimo cielo (Amazonas y La Niña).

Parecía también que el hecho de tocar solo melodías propias no iba a funcionar, así lo expresaban las caras de los organizadores, sobre todo de Juan David Benítez,   mentalizador del espectáculo.

Publicidad

Rayuela fue la primera banda que actuó y avivó los ánimos, el público entró al bar y los siguientes en tocar fueron Ion Flox.

Aceptación a derivaciones
A las 15h00 (el espectáculo se inició a las 10h00) se dio paso al heavy metal de Alucard, con un sonido bien trabajado. Los punkeros de Martillo también tuvieron su espacio, a pesar de que ha habido  ingresos en sus filas.

Hasta el momento habían tocado bandas de alternativo, metal y punk. Para los que crean que los rockeros son fundamentalistas y que no permiten diferentes estilos, este festival dio la muestra de su equivocación, pues todos disfrutaron de la larga jornada con las más variadas derivaciones del rock.

Publicidad

De un momento a otro las agrupaciones de rock más extremo se tomaron por asalto el escenario. Esquizofrenia, Asfixia, y de pronto, ya estaban tocando Sarta, con su mezcla de funky, lo cual da idea de la tolerancia con la que se maneja el público rockero de Quito.

Finalmente, Gore Faghia puso el punto final al show.

Publicidad

El festival Definir a Ecuador fue una apuesta a que se elimine la idea de que en el país no hay música inédita.  De hecho, el lema del evento fue “quien no toca canciones propias se va del escenario”, recordó Benítez.

En el caso del rock, el hecho de que salgan temas inéditos es doblemente meritorio, pues cada vez hay más bandas pero menos lugares donde tocar, y en los pocos que existen, los dueños siempre obligan a interpretar canciones de grupos famosos. “Por eso hice este concierto”, dijo Benítez.

Para este festival se inscribieron 62 bandas. Luego de una preselección quedaron 30 grupos que fueron eliminándose en tres conciertos realizados en abril, de allí quedaron diez bandas.

Benítez manifestó que todos los finalistas son ganadores, pues fueron los mejores en los géneros que interpretan.

Publicidad