Dos médicos brasileños amantes del arte han descubierto una lección secreta sobre la anatomía humana oculta por el artista del renacimiento Miguel Ángel en el techo de la Capilla Sixtina.
Finalizados hace casi 500 años, los frescos coloristas pintados en el famoso santuario del Vaticano son considerados una de las mayores obras de arte del mundo. En ellos se describen escenas de la Biblia como la “Creación de Adán” en la que Dios se estira para tocar el dedo del primer hombre.
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Sin embargo, Gilson Barreto y Marcelo de Oliveira creen que Miguel Ángel también diseminó su detallado conocimiento de la anatomía humana interna a lo largo y ancho de 34 de los 38 paneles que tiene la bóveda.
De la forma en que lo ven, el tronco de un árbol no es solo eso, sino también una parte de los bronquios. Y una especie de saco o bolsa verde inflado en una de las escenas sería un corazón humano.
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La clave para hallar numerosos órganos, huesos y otras formas internas humanas es descifrar un “código” que el artista florentino dejó a propósito en su obra, según Barreto y Oliveira.
El código aparece sutilmente a veces y otras de manera expresa, como la forma en que está pintada una figura.
“¿Por qué no se había visto esto antes? Primero, porque muy poca gente tiene el suficiente conocimiento anatómico para ver estos órganos, piezas. Yo lo hago porque es mi profesión”, dijo Barreto, cirujano en la ciudad brasileña de Campinas.
Barreto y su amigo De Oliveira no son los primeros médicos en ver la descripción de órganos humanos en la Capilla Sixtina, la iglesia vaticana donde son elegidos los papas.
Hace quince años, el médico estadounidense Frank Meshberger señaló que la figura de Dios y los ángeles que le rodean en la “Creación de Adán” parecían un corte transversal del cerebro humano.
Barreto se topó con la teoría de Meshberger. “Me dije, si hay un cerebro, seguro que no solo pintó ese. Tiene que haber otros”, explicó.
Estudiando libros e imágenes de la capilla toda una noche, Barreto dijo que había hallado otras cinco o seis descripciones anatómicas. Presentó sus descubrimientos a De Oliveira y al día siguiente ambos investigaron en profundidad durante tres meses.
El proyecto culminó con su libro El Arte Secreto de Miguel Ángel, que desde su publicación en Brasil el año pasado ha vendido 50.000 copias, una cifra muy alta para el país. Se han iniciado negociaciones para su publicación en EE.UU., España y Portugal.