Según datos de la organización de ayuda a inmigrantes ‘sin papeles’, Coalición Latinoamericana Internacional (CLI), existen 2.800 ecuatorianos detenidos en cárceles de Texas, Arizona, San Antonio, Florence, San Pedro, Santa Ana y Lancaster.
Algunos han permanecido sin comunicarse con sus familias hasta cuatro años. “Una llamada telefónica cuesta más de 3 dólares y los emigrantes no cuentan con ese dinero”, dijo vía telefónica desde EE.UU. Oswaldo Cabrera, dirigente de la CLI.
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Añadió que para salir en libertad, los detenidos deben cancelar fianzas que van desde los 500 hasta los 10 mil dólares, fijados por los jueces según las declaraciones de los compatriotas juzgados. El plazo para pagar esta fianza varía entre un día y tres meses, sostuvo Orellana.