El presidente cubano Fidel Castro, varios de sus  ministros y funcionarios de gobierno, afirmaron este jueves que se realizan  "esfuerzos excepcionales" para superar una nueva crisis energética que afecta a  la isla con largos apagones y provoca airados reclamos populares.
 
En una "intervención especial" de varias horas difundida por radio y  televisión, Castro leyó "estados de opinión" recogidos entre la población, que  expresan fuertes críticas a los reiterados cortes de energía.
 
"Esfuerzos excepcionales se están llevando a cabo" para superar estos  problemas, explicó el mandatario.
 
La ministra de Industria Básica, Yadira García, admitió que los equipos de  generación eléctrica de la isla de gobierno comunista son obsoletos y necesitan  complejos mantenimientos, que obligan a los apagones.
 
El mantenimiento de las usinas termoeléctricas son "operaciones de gran  complejidad, pero tenemos los recursos, los materiales y la capacidad técnica  para atender estos problemas", aseguró.
 
Sin embargo, la ministro dijo que "mayo y junio son meses muy difíciles, de  muchas tensiones" y que será imposible mantener la continuidad del fluido  eléctrico sin afectar a la población.
 
La "obsolecencia técnica nos impedirá llegar a un estado óptimo" en el  suministro energético en el breve plazo, ya que la mayoría de los equipos "son  de los años 1960 o 1970, de procedencia soviética o checa", indicó.
 
Para esas termoeléctricas "no hay repuestos y hay que mandarlos a hacer por  encargo", lo cual dificulta su mantenimiento y provoca los apagones, añadió.
 
Funcionarios de la empresa estatal de energía eléctrica, interrogados por  Castro, revelaron que es necesario sustituir 17.000 kilómetros de cables y  cambiar 44.000 postes del tendido eléctrico para modernizar la red.
 
Esta es la vigesimonovena "intervención" de Castro desde que inició sus  "comparecencias públicas" en marzo pasado, con el fin de "dar información a la  población" sobre diversos problemas en el país.
 
El año pasado, la rotura de la principal termoeléctrica y su paralización  durante varios meses generó pérdidas de más de 200 millones de dólares, según  cifras oficiales, y frecuentes cortes de luz.
 
Castro afirmó en ese momento que Cuba tenía "un sistema eléctrico nacional  débil" y dispuso un plan de ahorro energético.
 
La crisis de 2004 provocó la remoción del entonces ministro de Industria  Básica, Marcos Portal, sobrino político de Castro y miembro del influyente buró  político del gobernante Partido Comunista, y su reemplazo por Yadira García.
 
Más del 90% de la generación eléctrica en la isla se produce a través de  nueve plantas termoeléctricas, que consumen petróleo o gas.
 
García advirtió que los apagones continuarán un tiempo más, sin dar un  plazo específico para poner fin a la crisis energética.
 
En abril pasado, Castro anunció que las bombillas incandescentes serían  erradicadas y sustituidas por lamparillas fluorescentes, así como la  distribución de ollas arroceras, de presión y juntas para refrigeradores, en el  marco de un estricto plan de ahorro energético.
 
Este plan se cumplió en forma parcial y gran parte de la población reclama  su cumplimiento inmediato, según comentó Castro al leer "los estados de  opinión", recogidos por funcionarios del Partido Comunista.