El prefecto de Cañar, Diego Ormaza y el alcalde de Azogues, Víctor Molina, intentaron ayer tomarse las instalaciones de la Gobernación en esta provincia ubicada en el sur del país.

“Queremos un gobernador sin bandera política. Este acto simbólico busca prevenir al Gobierno sobre esta designación”, dijo Molina cuando llegó al edificio gubernamental que estaba resguardado por unos 20 policías.

Los empleados de la Gobernación cerraron las puertas de ingreso con candado para laborar sin problemas desde las 08h30.

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Eduardo Freire, jefe de la Policía Judicial, dijo que el resguardo policial fue ordenado por el Comando Provincial, ya que al momento no existe gobernador.

Los funcionarios aceptaron esta situación y no insistieron en la toma, pero lanzaron una advertencia al presidente de la República, Alfredo Palacio. “No aceptaremos un gobernador que haya ejercido cargos públicos en anteriores gobiernos”, aseveró Ormaza.