Los atentados se produjeron entre la noche del miércoles y ayer contra seis pueblos de Colombia.

Una niña de 9 años fue asesinada, tres policías murieron y 23 personas (15 civiles) resultaron heridas en seis ataques guerrilleros lanzados en las últimas horas contra poblaciones del suroeste del país, informaron las autoridades.

Ayer en la mañana, decenas de guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) comenzaron a hostigar de forma simultánea las poblaciones vecinas de Toribío y Jambaló, en el departamento del Cauca.

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En Toribío, a 400 kilómetros al suroeste de Bogotá, los rebeldes lanzaron ráfagas de fusil y cilindros de gas rellenos con explosivos en contra de ese municipio de mayoritaria población indígena.

Maldita sean los guerrilleros que me acabaron mi casita por tercera vez, gritó una mujer que no dio su nombre y cuya casa estaba cerca a la estación de policía. La madre de la menor asesinada, María Eugenia Pavil, lloró por su niña. Cómo la voy a recuperar, dijo la mujer indígena.

Al menos 20 edificaciones familiares y negocios quedaron en el suelo que estaba regado de vidrios y escombros mientras a los habitantes los invadía el temor y algunos corrían frenéticamente. El humo cubría el poblado.

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Los habitantes, que habían sufrido repetidas tomas guerrilleras hasta hace dos años y medio, se refugiaron en sus casas y el hospital, donde nació un bebé en medio de las balas que hirieron a un menor. Hasta bien entrada la tarde, los guerrilleros continuaban a las afueras del pueblo y según dijeron estaban esperando la llegada del ejército para enfrentarse.

Por la mañana, los 80 policías que están apostados en el pueblo iniciaron un intenso combate contra los rebeldes, mientras aviones y helicópteros artillados de la fuerza aérea partieron a la zona donde estarían atacando a los guerrilleros izquierdistas que se replegaron a las montañas cercanas. También el ejército envió refuerzos por tierra, pero algunos accesos al parecer estarían minados.