Carolina, Alberto y Estefanía, los hijos de Rainiero III

Una de las princesas se enamoró de un entrenador de elefantes y se casó con un acróbata de circo. La otra contrajo matrimonio con un muchacho de sangre azul que no pudo mantenerse alejado de problemas. Y el príncipe heredero de la corona permanece soltero y sin hijos que lo sucedan.

Mientras Rainiero III de Mónaco fue el símbolo de la dignidad real, sus hijos han ayudado a mantener ocupados a los diarios sensacionalistas con buena dosis de rumores.

La más rebelde de todos es la princesa Estefanía, de 40 años, la más joven de los tres hijos de Rainiero con la actriz Grace Kelly.

Ella compartía la pasión de Rainiero por el circo, pero exageró y se casó con el acróbata portugués Adans López Peres.

En 1995 se casó con su ex guardaespaldas Daniel Ducruet, que también había trabajado como secretario en un negocio de mascotas y en una pescadería mayorista.

El matrimonio fracasó y se diluyó un año después, cuando Ducruet fue fotografiado con la nudista Fili Houteman, por entonces la Miss Nudismo de Bélgica.

Estefanía tuvo dos hijos con él antes de que se casaron. Posteriormente nació su tercer niño, pero la identidad del padre no fue revelada. En el 2003 se casó con Peres, el acróbata del circo.

Carolina, de 48 años, es admirada como una madre dedicada y se ha abocado a tareas caritativas, pero también es conocida por sus bodas tumultuosas.

Su actual marido, el príncipe Ernst August de Hanover, cumple ocho meses de libertad condicional y debió pagar una multa en el 2001 por haber pateado a un fotógrafo en las nalgas y por golpear al dueño de un hotel en Kenia.

En 1978 se casó con el playboy francés Phillipe Junot, pero se divorció al poco tiempo tras un infeliz matrimonio de dos años.

En 1983 se casó por segunda vez con el empresario italiano Stefano Casiraghi (con quien tuvo tres hijos), pero quedó viuda siete años después, cuando él falleció en un accidente marítimo.

En 1999, Carolina se casó con Ernst August y tuvo otro hijo.

Y el príncipe Alberto obligó a Mónaco a cambiar sus leyes de sucesión porque al parecer quedará soltero. Las nuevas normas permiten que Carolina suceda a Alberto, y la corona podría luego ser heredada por su hijo mayor.