Con casi todas las vías legales agotadas para conectar a Terri Schiavo a la sonda alimentaria que la ha mantenido viva, los opositores a su muerte parecen estar resignados, pero apelaron como último recurso al gobernador de Florida, Jeb Bush, para que intervenga en el caso.

“Estamos en Semana Santa y el gobernador Bush es católico, así que tiene que venir acá y salvar a esta mujer”, dijo Ed Martin, un reverendo de Florida, de 59 años, al enterarse de la decisión del Supremo estadounidense, que se negó ayer por quinta vez a intervenir en el caso.

Además el gobernador Bush, hermano del presidente de EE.UU., George W. Bush, declaró el miércoles que Terri Schiavo, puede estar más consciente de lo que se ha creído hasta ahora.

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“El examen de un neurólogo indica que puede haber un error de diagnóstico en el caso de Terri, y es probable que se encuentre en un estado de conciencia mínima y no en estado vegetativo permanente”, declaró Bush.

Pero su opinión es rebatida por expertos neurólogos que afirman que el video que se muestra en las estaciones de televisión del mundo, donde Terri Schiavo sonríe aparentemente mirando con intensidad mientras su madre la acaricia amorosamente “es desorientadora”.

Los padres de Schiavo usan esta cinta como prueba de que la mujer, de 41 años, recobra cierto grado de conciencia de vez en cuando y podría reponerse.

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Pero expertos consideran que el video es una cruel desorientación biológica. “Las imágenes mienten. Los movimientos de los ojos corresponden a reflejos y no tienen nada que ver con el reconocimiento”, dijo Lawrence Schneiderman, especialista en bioética de la Universidad de California.