La ciudad mexicana de Guadalajara bailó ayer al ritmo del músico brasileño Carlinhos Brown, quien tras la proyección del filme español El milagro de Candeal, de Fernando Trueba, ofreció un concierto.

La proyección tuvo lugar en una multitudinaria función al aire libre en la plaza Fundadores de Guadalajara y se inscribió en el marco de la XX edición del Festival Internacional de Cine.

Antes de la exhibición, Trueba dijo que es urgente que los países latinos unan esfuerzos para que haya un espacio común para la cultura. Recordó que en un intercambio de opiniones con el escritor peruano Mario Vargas Llosa “vi una perversión en sus argumentos al decir que la cultura se defiende sola”. La cultura –agregó– no se defiende sola. Tenemos que impedir –tanto los ciudadanos como la sociedad– que no la pervierta el mercado, porque el arte no es una mercancía, insistió.

Publicidad

Para Trueba, es importante implementar “la excepción cultural”, porque con ella “defendemos los intereses de los espectadores de todo el mundo a ver sus cintas, las que quieran ver, sean mexicanas, iraníes, suecas, españolas o estadounidenses.
Es el derecho a la libertad absoluta a mirarse y enseñarse”, concluyó.