Cuba dijo este lunes que confía en que América Latina le ayudará a evitar otra condena en materia de derechos humanos en la ONU, en tanto la isla recibía a un alto funcionario británico que pedirá la liberación de disidentes y que la Cruz Roja Internacional tenga acceso a las cárceles.
 
El canciller cubano, Felipe Pérez Roque, dijo que el gobierno del presidente George W. Bush se prepara para impulsar una nueva resolución en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, que sesionará del 14 de marzo al 22 de abril.
 
"Cuba espera que este año ningún gobierno latinoamericano vuelva a hacer el papel de Caín en la Comisión de Derechos Humanos y que ningún país latinoamericano presente o patrocine o vote a favor del proyecto de resolución", dijo Pérez Roque a los periodistas.  
 
"Sabemos que realizan gestiones muy discretas, secretas, para lograr un patrocinador. Sabemos que están encontrando grandes dificultades para encontrar un presentador de esa resolución en América Latina y han movido sus radares hacia Europa del Este", agregó.
 
Cada año, las mociones que cuestionan la situación de los derechos humanos en la isla provocan roces entre Cuba y países latinoamericanos, en particular con aquellos que presentan las propuestas, a los que acusa de estar al servicio de Estados Unidos.
 
Un diplomático en La Habana dijo la semana pasada a Reuters que América Latina mostrará más independencia, al tiempo que un grupo de países de esa región, siguiendo una iniciativa de México, está tratando de "despolitizar" las resoluciones de la comisión y "poner fin a la individualización de Cuba".
 
México, un tradicional aliado de Cuba, votó el año pasado a favor de condenar a Cuba en la comisión, lo que desató críticas de Castro y una crisis diplomática entre ambos países que se resolvió unos tres meses después.
 
Los países de la región que votan este año son Argentina, Brasil, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Paraguay y Perú.  
 
Visita europea
 
En tanto, el domingo llegó a La Habana para una visita de tres días el subsecretario de Asuntos Exteriores británico para América Latina, Bill Rammell, quien tenía previsto pedir al gobierno cubano la liberación de los disidentes presos.
 
"Estaré hablando directamente con el gobierno cubano acerca de la importancia de liberar a los prisioneros políticos y la necesidad de que organizaciones internacionales como la Cruz Roja tenga acceso a las prisiones", dijo Rammell a Reuters.
 
Rammell es el funcionario de más alto rango de la Unión Europea que visita Cuba desde que las relaciones entre el bloque y el gobierno de Fidel Castro se descongelaron después de 19 meses de fricciones por el tema de los disidentes.
 
En marzo del 2003, el gobierno cubano encarceló durante varios días a 75 opositores, de los cuales 14 fueron excarcelados el año pasado por motivos de salud.
 
Las detenciones provocaron duras críticas en el ámbito internacional especialmente de la Unión Europea, que impuso sanciones políticas al gobierno de Fidel Castro que fueron levantadas a fines del 2004.    Pérez Roque, quien viajará esta semana a varios países de Europa, dijo que "es posible avanzar" en la relación con Europa siempre y cuando la UE "adopte una posición independiente" de Estados Unidos.