La sonda europea Smart-1 alcanzó su órbita definitiva en torno a la Luna, tras una maniobra efectuada gracias a sus sistemas eléctricos de propulsión, informó ayer la empresa francesa Snecma, fabricante de los motores.

Smart-1 se ha situado en una órbita de 470 kilómetros, a una altitud de 2.900 kilómetros de la Luna, “más baja de lo previsto para poder observar mejor” el satélite natural de la Tierra, indicó el fabricante.

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La sonda europea fue lanzada al espacio en septiembre del 2003 y el pasado mes de noviembre alcanzó la órbita lunar, aunque faltaba esta última maniobra para colocarla en su lugar definitivo.

Snecma señaló que en su misión Smart-1 ha utilizado los motores eléctricos durante 4.600 horas. “La propulsión permitió a Smart-1 ir en 17 meses de la Tierra a la Luna y consumir solo 75 kilos de xenón, gas utilizado como carburante en propulsores eléctricos”, indicó Snecma.

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Smart-1 hará una cartografía de la Luna y estudiará los minerales que la componen.