La calma volvió a Alejandro Amenábar con la victoria de Mar adentro en la categoría de mejor película en lengua extranjera, en la que obtuvo el Oscar, la noche del domingo pasado en el Teatro Kodak, de Los Ángeles.

Según reconoció el realizador nacionalizado español, pero nacido en Chile, los nervios acabaron apoderándose de él a medida que se acercó la ceremonia, donde llegó sin haber dormido apenas y con dolor de cabeza.

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Su llamada al actor español  Javier Bardem, que siguió los Oscar por la televisión desde España, la resumió como una conversación llena de felicidad con el protagonista de su cinta.

Como recordó el productor de Mar adentro, Fernando Bovaira, Bardem debió estar entre los candidatos a mejor actor de esta edición.

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Amenábar fue felicitado por Juan Carlos, el Rey de España.

También recibió los elogios de la familia de Ramón Sampedro, el tetrapléjico que inspiró a Amenábar para la realización de la película y que encarnó Bardem.
Sampedro murió el 12 de enero de 1998, tras beber cianuro voluntariamente.

El cansancio en la cara de Amenábar resumió mejor que sus palabras lo dura que fue esta larga campaña hacia el Oscar.

Amenábar, quien tiene 32 años, empezó a formarse una reputación en el cine internacional con el thriller Los otros, del 2001, que protagonizó la actriz australiana Nicole Kidman.