El gobierno chino ordenó el martes a la prensa local no cubrir el accidente minero que provocó 203 muertos, el lunes en la provincia de Liaoning (noreste), indicaron los periodistas.
La directiva proviene del Departamento de la propaganda provincial que instó a la prensa local a utilizar sólo las informaciones de la agencia oficial Nueva China, agregó la fuente.
Periodistas chinos que trataron de acercarse al lugar de la catástrofe, en Fuxin, dijeron haber sido rechazados.
"No se podrá decir nada e imagino que los otros diarios del Liaoning están en la misma situación", declaró a la AFP un periodista de un cotidiano vespertino de Senyang, la capital provincial.
Evolucionando ahora en un contexto de economía de mercado, la prensa china sigue sometida a un control drástico para todas las informaciones consideradas sensibles por las autoridades, sobre todo las de carácter político o social.
Esta nueva catástrofe minera, la peor desde al menos 14 años en China, se produjo durante las vacaciones del año nuevo chino, la fiesta más importante del país y podría provocar la cólera de las familias y de la población local.
Durante el año nuevo lunar 2003, el futuro primer ministro Wen Jiabao había justamente viajado a Fuxin para conversar con los mineros. Desde entonces ha intervenido en varias ocasiones para pedir un refuerzo de la seguridad en las minas donde los accidentes provocaron oficialmente más de 6.000 muertos en 2004, mucho más, según los expertos independientes.