En los salones del Casino de Madrid, luego de que la secretaria de Inmigración y Emigración de España, Consuelo Rumí, dictara ayer una conferencia a un selecto grupo de empresarios, diario EL UNIVERSO y dos canales de televisión españoles tuvieron la oportunidad de dialogar sobre las primeras impresiones del proceso de regularización.

Dijo sentirse satisfecha por las primeras 1.500 solicitudes que se entregaron en España el primer día de haber iniciado el proceso. “Una jornada que en inmigración es un hito”, manifestó.

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Insistió en que hay tres meses para acabar con la economía sumergida vinculada con la inmigración. “El empleo ilegal es pernicioso, tanto para el inmigrante como para la sociedad en su conjunto. Las personas que trabajan al margen de la legalidad, no cotizan , no pagan impuestos, ni seguridad social, son usuarios de prestaciones sociales pero no colaboran a esa prestación”.

¿Deportarán a los inmigrantes que no entren al proceso de regularización?  “Sí, vamos a deportarlos. La política del Gobierno fomenta la integración de la inmigración con el mercado laboral. En ningún caso esto significa dejación de nuestras responsabilidades en el control de fronteras y en una política de la inmigración clandestina. Un dato: en el año 2004 este Gobierno expulsó a 120 mil personas. 30 mil más que en año anterior. Si tenemos en cuenta que los controles tienen una efectividad del 98%, hay menos personas que se han podido quedar en nuestro país de forma clandestina. El mensaje es claro. No a la inmigración clandestina. A partir del 7 de mayo se acabaron las excusas para los inmigrantes irregulares y también para los empresarios que no tengan a sus trabajadores en regla”.

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Respecto de quienes hayan entrado a España después del 8 de agosto, Rumí indicó, en una entrevista a diario El País de España, que deberían irse del país.

“Habrá personas que no puedan acogerse al proceso y que no deberían permanecer en el país”, puntualizó.