Se expresa como un adulto. Con seguridad y conocimiento del tema, comenta su preocupación por la corrupción política en el Ecuador y asegura que él quiere cambiar eso cuando obtenga su título de bachiller.
A sus 14 años, Javier Hernández expresa que le agradaría convertirse en canciller o presidente de la República. “Los jóvenes debemos prepararnos. Impedir que los gobiernos defiendan solo sus intereses”, dice.
Publicidad
La medicina es otra de las profesiones que quisiera elegir. “La cardiología siempre me atrajo. Ojalá pueda estudiar esa carrera”, expresa.
Este joven que es el mejor estudiante de tercer curso del colegio Ati II Pillahuaso tiene una frustración: no fue abanderado cuando terminó la primaria.
Publicidad
“Es extravertido. Siempre elabora los discursos para cualquier acto y además es un líder”, manifiesta Irma Granda, rectora del establecimiento educativo.
Javier no es un adolescente egoísta. Según su padre, quien lleva el mismo nombre, a su hijo le gusta enseñar lo que ha aprendido. “Él se queda a cargo de sus dos hermanos menores cuando hacen los deberes”, relata.
Además, Javier da clases de nivelación de matemáticas a aquellos alumnos que tienen problemas en esa asignatura. “Como estamos en época de exámenes, me permiten reforzar lo que he aprendido este año con mis compañeros”, acota.
No obstante, su papá sí tiene una preocupación. “Javier exagera estudiando, quizá ese es su defecto. Yo le digo que no se dedique tanto a eso porque se puede estresar a su edad”, refiere. Pero a su hijo no le importa cuántas horas tenga que estudiar, eso es lo que más le gusta a él.