Los restos del escritor uruguayo Horacio Quiroga  (1879-1937) fueron colocados definitivamente en la casa donde pasó su niñez y  parte de su adolescencia en Salto.

La casa de Quiroga, convertida en museo, mausoleo y centro cultural, fungió  como escuela pública tras ser adquirida por el Estado, pero fue refaccionada   en el marco de un convenio entre el Ministerio de  Turismo y la Intendencia Municipal de Salto.