Ecuador registró una inflación anual de 1,95 por ciento en el 2004, una drástica desaceleración frente al 6,07 por ciento del 2003 y uno de los niveles más bajos en más de tres décadas, informó este jueves el estatal Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).
El país andino reportó una deflación de 0,06 por ciento en diciembre frente a una deflación de 0,04 por ciento en el mismo mes del año pasado. En noviembre, la inflación fue de 0,41 por ciento.
El índice inflacionario registrado en el 2004 estuvo muy por debajo de la meta oficial fijada a inicios de año en un rango de entre 3 y 4 por ciento y la proyección del Fondo Monetario Internacional (FMI) de 2,3 por ciento.
Para el 2005, el gobierno de Ecuador prevé una inflación a final de período de 2,0 por ciento.
La caída de la inflación es uno de los resultados más palpables de la recomposición de las estructuras de la economía ecuatoriana que impulsó la adopción del dólar como moneda en el 2000, cuando registró una inflación récord de 91 por ciento, la más alta de América Latina.
El ritmo de crecimiento de los precios de los bienes y servicios ha ido convergiendo progresivamente hacia niveles internacionales, lo que, sumado a la depreciación del dólar frente al euro y el yen, podría ser un aliciente para la competitividad externa del sector privado y alentar el crecimiento económico en el 2005.
"Ya estamos totalmente en convergencia. No hay aspectos que estimulen la inflación", dijo el ministro de Economía, Mauricio Yépez.
Ecuador prevé registrar un crecimiento de 6,0 por ciento en el 2004 por los altos precios del petróleo -su principal producto de exportación- y mayores niveles de extracción de crudo.
El crecimiento se ubicaría en 3,9 por ciento en el 2005, por una desaceleración del sector petrolero, pero, en contraparte, según Yépez, se evidenciará un mejor desempeño de la economía no petrolera por un mayor consumo interno de las familias y la depreciación del dólar, lo que redundaría en una reducción del desempleo y la pobreza.
La pobreza afecta al 60 por ciento de los 12,2 millones de ecuatorianos.