El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, aseguró este martes que "fue cierto" que el Gobierno de José María Aznar apoyó el golpe de Estado perpetrado contra él en abril de 2002.
 
Estas declaraciones las hizo Chávez poco antes de abandonar la sede del Senado en Madrid, donde se reunió con el presidente de esta Cámara, Javier Rojo, con quien trató las relaciones entre Venezuela y España.
 
A una pregunta sobre las declaraciones que ayer hizo el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, quien dijo que el embajador español recibió instrucciones para respaldar la intentona golpista en Caracas, Chávez respondió: "Desde el punto de vista de Venezuela, no tengo dudas de que fue cierto" dicho extremo.
 
Chávez explicó que cuando se produjo la insurrección, en abril de 2002, "el embajador español acudió raudo y veloz" y apareció junto a su homólogo estadounidense, "sólo ellos dos", subrayó.
 
El presidente de Venezuela lamentó la maniobra del Gobierno de José María Aznar, porque "no representaba el sentir del pueblo español, ni del Rey".
 
Tras destacar que esa maniobra fue "un gravísimo error" del Ejecutivo de Aznar, Chávez manifestó que las relaciones entre ambos países "han dado la vuelta a la página" porque hay ahora "un presente de integración promisorio" entre ambos Gobiernos.
 
El líder bolivariano, acompañado de un séquito de más de una decena de personas, entre ellos el canciller, Alí Rodríguez Araque, recalcó la cordialidad del encuentro con el presidente del Senado, Javier Rojo.
 
Ambos departieron sobre las posibilidades de establecer un acuerdo de integración iberoamericana y de restaurar un Grupo parlamentario de Amistad entre los dos países.
 
Chávez explicó que el objetivo de esos encuentros es fortalecer "una integración plena, a lo bolívar", que no sólo afecte a las jerarquías de poder y a la clase empresarial, sino también a los trabajadores.
 
Por ello, tras recordar que ayer vistió la sede del sindicato Comisiones Obreras (CCOO), consideró necesario formar "una hermandad obrera" con el fin de extender la integración a "todos los grupos sociales".
 
Así terminó la visita del mandatario venezolano al Senado, donde también saludó a los miembros de la Mesa de esta Cámara y a los portavoces de los grupos parlamentarios.
 
Con todos ellos se mostró locuaz, si bien tuvo que interrumpir el acto, porque, dijo entre sonrisas, y en alusión al personal de protocolo, "esta gente me arrastra".
 
Chávez permaneció en la Cámara Alta unos cuarenta minutos debido a las numerosas obligaciones del programa de su visita oficial a España, donde llegó el pasado domingo.
 
No obstante, se mostró simpático en todo momento hasta el extremo de señalar entre bromas, nada más llegar al Senado: "En Madrid se duerme muy poco, verdad? Unas tres horas más o menos".