La gramínea no tiene establecido un precio oficial, se rige a la ley de la oferta y la demanda.

Los ciudadanos se quejan que por la subida del costo de la gramínea deben pagar hasta 0,30 dólares por libra.

“El negocio del arroz ya no es rentable”; la frase utilizada como bastión en cada protesta de los agricultores, hoy parece una ironía. La gramínea se cotiza a 25 dólares el quintal (100 libras) y se oferta en calles y carreteras de los cantones de las provincias de Guayas y Los Ríos, zonas de mayor producción de este grano.

Sin embargo, las razones de la bonanza del arroz no son del todo claras y las versiones de algunos de los involucrados en el negocio coinciden en que la principal causa es la fuga del producto a Perú.

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Esto último es la razón de la presencia de tráilers que recorren a diario las vías, especialmente de la provincia de Los Ríos, aducen los comerciantes, quienes prefieren mantener el anonimato por temor a represalias o a dañar el negocio de un “colega”.

Los choferes de estos automotores no quieren decir el destino de la carga y otros se limitan a responder “es para el mercado interno”.

José Mejía Silvera, arrocero de la zona de Babahoyo, afirmó que los “peruanos vinieron a comprar arroz como si esto fuera tierra de nadie”.

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Admitió que otros comerciantes sí venden la gramínea a Perú, porque pagan mejor. “El problema es que no hay una entidad que nos una y cree políticas para detener el contrabando”, indicó.

Mejía manifestó que hace unos meses se acordó que para comprar el grano en las piladoras se obtuviera primero un permiso de la Intendencia o Gobernación de Los Ríos, para conocer si el arroz iba por vía legal, pero esto no se implementó.

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Douglas Mendieta, otro comerciante, criticó el contrabando, pero sostuvo que el valor actual del arroz beneficia al agricultor, “ahora que por fin se gana quieren buscar maneras de bajar el precio”, increpó.

“Si detenemos el contrabando no habrá alza de precios, tenemos arroz suficiente para el mercado interno”, insistió Mejía, quien admitió que a veces se guarda la gramínea con fines especulativos.

No es especulación

Pero el arrocero William Almeida, del cantón Salitre, en la provincia del Guayas, dijo que hay comerciantes que guardan el arroz de cinco a seis meses no por especulación, sino como parte del proceso de venta a clientes de la Sierra. “Ellos piden arroz viejo porque es de mejor cocción en ese clima”, expresó.

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En lo que ambos coinciden es que el precio del quintal de arroz pilado no puede subir a más de 25 dólares, porque más fácil resultará importar el producto.

“Lo que queremos es estabilizar el precio del arroz, en 21 y 22 dólares, con eso se gana y no se afecta tanto al bolsillo del consumidor final”, indicó Almeida.

GRANOS

DATOS
Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), en la Costa se cultivan 331.460 hectáreas de arroz. Las provincias en donde más se siembra la gramínea son Guayas (184.539 hectáreas) y Los Ríos (130.655 hectáreas).

PRECIOS
El valor del quintal de arroz varía de acuerdo con su calidad. El más barato oscila entre 22 a 23 dólares; los del tipo Lira, Flor o 1001, considerados los  mejores, llegan a comercializarse en 26 a 28 dólares. Por libra el costo varía en los mercados y tiendas entre 0,25 a 0,30 dólares cada libra.

COSECHA
En la actualidad se recoge la denominada cosecha veranera y se empezó la siembra de la cosecha inviernera, esta durará aproximadamente cuatro meses.

REFERENCIAS
A mediados del año pasado el precio del quintal de arroz era de 12 dólares promedio, esto provocó las protestas de los arroceros, que incluyeron el cierre de las vías porque los agricultores pedían un valor de 18 dólares.

FRASES
“El Presidente Constitucional de la República no va a permitir la especulación ni la importación de la gramínea”.
Leonardo Escobar
Ministro de Agricultura

“Es verdad que el arroz se va a Perú, allá pagan 35 dólares el quintal y ya está entrando arroz de Colombia.
Duval Mantilla
Industrial arrocero de Los Ríos

“El día que los agricultores  accedan a la comercialización, tendremos las utilidades que merecemos”.
Walter Anchundia
Agricultor de Palenque, Los Ríos