A sus 61 años, el salsero venezolano Óscar D’León aún genera noticias. La más reciente es su actuación prevista para mañana, desde las 22h00, en el Gran salón Isabela del hotel Hilton Colón. Dos horas antes del concierto se realizará una cena para quienes acudan al espectáculo, que costará 65 dólares.
La última vez que, el también llamado Faraón de la Salsa, estuvo en Guayaquil, fue en junio pasado durante el megaconcierto de la salsa en el estadio Modelo.
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En aquella ocasión, el autor de canciones como Llorarás, Siéntate ahí, Comuniquémonos y otras, compartió el escenario con sus compatriotas Servando y Florentino, más los salseros puertorriqueños Jerry Rivera y Gilberto Santa Rosa.
D’León, quien sufrió un infarto cardiaco en junio del 2003, nació el 11 de julio de 1943 con el nombre de Óscar Emilio León Simoza en Antínamo, parroquia de Caracas, la capital venezolana.
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Sus inicios musicales se remontan a 1972 cuando integró la orquesta Dimensión Latina.
Durante cuatro años estuvo allí, hasta 1976. En Dimensión Latina consiguió varios de sus grandes éxitos como cantante. Luego de dejar esa orquesta, inició su trayectoria como solista.
El León de la Salsa o Diablo de la Salsa, como también se lo conoce, grabó con la Dimensión Latina éxitos como Mi adorada, Parampampam, Taboga y El frutero.
Considerado como un músico autodidacta, Óscar D’León, fundó en 1977 su orquesta llamada La Salsa Mayor y entre sus primeros éxitos en solitario sobresalen Porque me gusta y Mata Siriguaya.
Después creó la orquesta La Crítica con la que grabó Se necesita rumbero.
Al intérprete venezolano también se lo conoce como El Sonero del mundo por su disco homónimo de 1996 (con la producción de Willy Chirino) que le significó una nominación por sus ventas a los premios Grammy Latinos.
Durante su carrera, que tiene más de 30 años, ha grabado 60 discos.