El Vaticano y los Grandes Rabinos de Israel subrayaron ayer el carácter ‘sagrado’ de Jerusalén y pidieron a las autoridades que trabajen para evitar acciones que puedan ofender la sensibilidad de las comunidades religiosas que allí están presentes.

Así figura en la nota que difundió el Vaticano tras el encuentro que mantuvieron delegaciones de los Grandes Rabinos de Israel y de la Comisión de la Santa Sede para las Relaciones Religiosas con el Judaísmo. El comunicado señala que católicos y hebreos “no son enemigos, sino socios en la articulación de los valores morales para el bienestar de la sociedad humana”.