Nueva Escocia se convirtió en la quinta provincia canadiense en legalizar los matrimonios entre personas del mismo sexo, otra señal de que Canadá se está convirtiendo en la meca norteamericana de los derechos homosexuales.

Aunque en teoría el matrimonio en Canadá sigue siendo considerado oficialmente como “la unión de un hombre y una mujer”, en la práctica casi 25 millones de los 32 millones de canadienses viven en zonas donde los tribunales han cambiado la definición tradicional.

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En las provincias de Ontario, Québec, Columbia Británica, Manitoba y el territorio de Yukon, además de Nueva Escocia, desde el viernes pasado, el matrimonio es la “unión de dos personas” sin especificar su sexo, después de que los tribunales de estas regiones decidiesen que la definición actual era anticonstitucional.

En un principio, los gobiernos federal y provinciales intentaron oponerse al dictamen judicial interponiendo recursos y apelaciones, pero la resistencia se desmoronó en junio del año pasado cuando el Tribunal de Apelaciones de Ontario confirmó que la ley es anticonstitucional.

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El gobierno liberal admitió la tesis de los tribunales de que la ley viola el artículo 15 sobre igualdad de la Carta de Derechos y Libertades de la Constitución y prepara una ley que permitirá los matrimonios entre personas del mismo sexo en todo el país.