A pesar de los enormes avances científicos resulta todavía difícil predecir con exactitud el lugar, la hora y la magnitud de un terremoto, según los expertos reunidos en una convención sobre sismología.
 
Los expertos del Centro de Terremotos del Sur de California analizaron hoy sus predicciones sismológicas sobre la llamada Falla de San Andrés, lugar en el que se han dado cita para su convención anual.
 
La convención reune a los principales especialistas de terremotos de todo el mundo en la localidad californiana de Palm Springs, en medio del desierto, una área de gran actividad sísmica.
 
Su celebración tiene lugar tras uno de los mayores fiascos de los últimos años en el intento de predecir los terremotos, después de que el cacareado seísmo que iba a sacudir el desierto californiano el pasado 5 de septiembre nunca llegara a producirse.
 
A falta de que se haga público el informe oficial de este centro, los diferentes paneles de esta conferencia han ahondado en si es posible predecir un terremoto.
 
En concreto, la exposición del director del centro, Thomas Jordan, estuvo centrada en las dificultades que presenta hasta la fecha la predicción de terremotos.
 
Según expuso durante la conferencia, aunque se han dado "descubrimientos prometedores" en el campo de la sismología no ha sido posible desarrollar una "metodología práctica" capaz de determinar el lugar, la hora y la magnitud de un terremoto.
 
Esta meta se veía más cercana a principios de año, tras el éxito de un grupo de científicos a la hora de predecir dos importantes seísmos: el de Hokkaido en Japón y el de San Simeon, en California.
 
El primero tuvo lugar en septiembre del 2003 y el segundo, de magnitud 6,5 en la escala Ritcher, en diciembre.
 
Si bien no fueron evitados, ambos llegaron con un cierto conocimiento de algunos científicos de su posible aparición.
 
Una predicción que muchos científicos no aceptaron como válida al hacer referencia a una zona demasiado amplia y propensa a los terremotos.
 
El equipo liderado por el profesor Vladimir Keilis-Borork intentó delimitar su predicción, anunciando un terremoto de intensidad 6,4 puntos en la escala de Richter, entre el 5 de enero y el 5 de septiembre de este año en un área de 32.219 kilómetros cuadrados.
 
Como indicó el periódico "Los Angeles Times" después de este fiasco, "nunca un terremoto ha llamado tanto la atención por no ocurrir".
 
Como ha subrayado el profesor de geofísica de John Vidale, la predicción de terremotos "es en la actualidad un tema mucho menos prometedor que hace seis meses".
 
El Centro de Terremotos del Sur de California prefiere tomar el estudio de las predicciones sismológicas como una forma de recordar al público su continua presencia en áreas como California, sacudida con asiduidad por seísmos de diferente magnitud.
 
De hecho, la celebración de estas jornadas ha coincidido con una cadena de sacudidas en la zona de Sierra Nevada, área californiana próxima a Nevada, donde tan sólo el sábado se dieron 275 terremotos y el domingo 206 de diferente intensidad.
 
Afortunadamente todos ellos tuvieron lugar en un área escasamente poblada y donde por el momento no se han registrado víctimas.
 
"Llámalo predicción o preparación, todo significa lo mismo. Los terremotos seguirán sucediendo y una California preparada es una California más segura", indicó uno de los asistentes a esta convención donde se presentó la nueva guía con recomendaciones en caso de seísmos.
 
Bajo el título de "Plantar raíces en un país de terremotos" la guía del Centro de Terremotos del Sur de California ofrece recomendaciones tanto a la administración como a las familias.
 
Un estudio que se complementa con otras presentaciones realizadas durante esta convención anual en la que se han divulgado nuevos modelos tridimensionales que facilitan una mejor comprensión de la actividad de las fallas, en especial en el sur de California.