El actor estadounidense, Richard Gere, que  participó el martes en las reuniones de la 15ª Conferencia Internacional sobre  el Sida en Bangkok, declaró que el combate contra esta pandemia todavía es más  importante para él que el tema del Tíbet, por la que también milita  activamente. 
 
El actor dijo haber llorado por el destino de los numerosos jóvenes que  sufren la enfermedad desde su llegada a la capital tailandesa para asistir a la  conferencia que reúne esta semana a unos unos 17.000 delegados, entre ellos  numerosos enfermos. 
 
"Me descubrí llorando muchas veces en estos últimos días", confesó Gere a  los periodistas durante la conferencia. 
 
"Esta ha sido una época de mucha emoción para mí, me ha afectado mucho",  dijo Gere explicando que muchos de sus amigos del mundo del espectáculo  murieron de sida. 
 
El actor, de confesión budista, indicó que aunque sigue estando muy  comprometido en su campaña por la independencia del Tíbet y en su apoyo al  líder espiritual tibetano, el Dalai Lama, el sida es ahora la mayor amenaza en  el planeta. 
 
"El (problema) más importante para este planeta, en esta época y en este  lugar es el sida", dijo. 
 
Gere, que hizo estos comentarios durante un debate sobre los medios de  comunicación y la toma de conciencia en relación al sida, criticó la censura  creciente sobre la promoción de los preservativos en su país bajo la  presidencia de George W. Bush. 
 
"Con un poco de suerte tendremos una nueva administración en Estados Unidos  dentro de unos cuatros meses y con ello tal vez un poco más de sentido común  sobre este tema", dijo el actor en medio de una gran ovación. 
 
El protagonista de "Pretty Woman" y "American Gigolo" forma parte del  contingente de famosos que acudió a esta conferencia que tiene por lema "acceso  para todos a los tratamientos", entre ellas también la cantante norteamericana  Dionne Warwick, el actor británico Rupert Everett. 
 
Unos 38 millones de personas son actualmente portadores del virus del sida  en el mundo. 
 
Las Naciones Unidas advirtieron acerca de una explosión de casos en Asia y  en Europa oriental si no se lleva a cabo una acción inmediata. En 2003 hubo  casi cinco millones de nuevos contagios, la mayor tasa anual de todos los  tiempos.