Yo siempre leo un montón de libros al mismo tiempo. Sin embargo, entre ellos quiero destacar cuatro que me resultan muy interesantes en este momento.    El primero es  de Yasunari Kawabata. Se llama Primera nieve en el monte Fuji. El otro es de Octavio Paz. Un libro que es un ensamblaje literario. Si lo lees de la manera tradicional se llama Teatro de signos; y si lo lees de atrás para adelante,  se titula Transparencias. Es una especie de diálogo permanente entre sus poemas y sus textos en prosa, que hablan de la imagen, de la poesía, del erotismo.

También estoy leyendo una novela de Kenzaburo Oé, que se llama Un asunto personal. Esta obra me ha atrapado porque tiene un magnífico manejo de los personajes y de las situaciones; además trata acerca de cómo la gente asume sus realidades.

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El cuarto libro que estoy leyendo es de crónicas sobre esta ciudad. El autor es un amigo y escritor guayaquileño llamado Jorge Martillo, y el título del texto es Guayaquil de mis desvaríos. Es un libro lindísimo, un recorrido por la ciudad real, por la que fue y por la imaginaria; un recorrido de alguien que ama apasionadamente esta urbe.

Lo interesante de leer varios libros a la vez es que para mí es como encontrarse con varios amigos y conversar con ellos.  Como acercármeles y que cada uno me entregue sus mundos. Mis lecturas son dispersas, y tengo que reconocer que  unas me atrapan más que otras, pero considero a estos cuatro libros realmente fascinantes”.

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