El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) pidió este martes a la comunidad internacional que castigue a los países donde los niños son utilizados para hacer la guerra.
 
La imposición de sanciones a estos Estados es "fundamental para lograr reducir el número de soldados menores de edad", declaró el presidente de UNICEF Francia, Jacques Hintzy, en la presentación en París de un informe sobre este grave problema del que son víctimas unos 300.000 niños en el mundo.
 
Flanqueado por la directora ejecutiva de UNICEF, Carol Bellamy, Hintzy abogó porque la comunidad internacional "vaya más lejos en la lucha contra (el problema de) los niños soldado" y sancione a los Gobiernos implicados.
 
En particular, solicitó sanciones judiciales, el embargo a la venta de armas, la prohibición de gobernar a "los autores de estos crímenes contra la Humanidad", y la prohibición de viajar.
 
La directora ejecutiva de UNICEF denunció que los "niños son reclutados en su mayoría por (grupos de) resistencia de los países, pero también por los Gobiernos".
 
Sendos responsables de UNICEF destacaron la importancia de los instrumentos internacionales para la lucha contra los niños soldados, en especial, la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU del pasado 22 de abril que da tres meses a estos países para que aporten pruebas de que han adoptado medidas, so pena de sanciones.
 
Según UNICEF, hay 300.000 niños que participan en los conflictos de una veintena de países en guerra, frente a 200.000 en 1996.
 
En Africa Subsahariana es donde hay más niños soldado (120.000), sobre todo en la República Democrática del Congo (30.000) y en Liberia (15.000), según la organización.
 
La cifra se dispara en Myanmar (antigua Birmania), con 76.000 niños soldados, mientras que en Colombia, las guerrillas y los grupos paramilitares emplean a unos 15.000,
 
En Afganistán, unos 8.000 menores han sido reclutados por grupos que combaten al régimen actual.
 
Hintzy deploró que el uso de niños en los conflictos se ha convertido en "una nueva estrategia de guerra" y recordó que la Corte Penal Internacional (CPI) califica de crímenes de guerra el empleo de menores de 15 años.
 
"La edad media para su reclutamiento es de entre 9 y 10 años, pero los hay que entran en combate a los cinco", señaló el presidente de UNICEF Francia.
 
Igual de "inquietante" es el empleo "masivo" de niñas, que alcanza hasta el 50% de los menores combatientes en Sierra Leona, subrayó.
 
Según el informe, las niñas no sólo participan en la guerra, sino que además "están más expuestas a la esclavitud sexual".
 
Combatir en un conflicto es devastador para los niños: "se les destruye metódicamente su identidad, se les deshumaniza ya que, bajo los efectos de la droga, se vuelven influenciables y manipulables".
 
La organización señaló que, aunque muchos de los niños soldados son forzados a enrolarse, otros son voluntarios.
 
"La guerra ofrece un estatuto, una función social con ventajas materiales y el ejercicio de poder sobre el resto de la población", según UNICEF.
 
La vuelta de los niños soldado a la vida civil "es a menudo difícil, ya que muchos no soportan las órdenes" y son violentos con su familia y compañeros.
 
UNICEF ha desarrollado varios programas para sacar a los niños de los grupos combatientes y conseguir su reinserción social.
 
En Sudán, 12.000 menores han sido desmovilizados desde 2000 y en Sierra Leona 7.000 desde 2001.
 
Sin embargo, estos programas "son muy caros, entre 1.000 y 1.500 dólares por niño" por lo que se deben intensificar los esfuerzos financieros, indicó la organización.