Benjamín Franklin lo observó. John Philip Sousa compuso una marcha alusiva. Mucha gente salió a las calles de Nueva York para presenciar el fenómeno en 1882. Pero nadie vivo hoy ha visto la silueta de Venus deslizarse frente al disco del Sol.
El 8 de junio se repetirá el tránsito de Venus, por primera vez en 122 años, que será visible completo desde Europa, el Medio Oriente y la mayor parte del Asia y África. Los interesados no necesitarán telescopio ni binoculares, pero no se debe mirar al Sol sin una protección adecuada.