Los 10 países que se integraron en la Unión  Europea (UE) el pasado 1 de mayo, que parten de unas economías bastante más  débiles que las de los Quince, podrán adoptar el euro a partir de 2007 tras un  proceso que varios de ellos ya han comenzado. 
 
Con su entrada en la UE, Polonia, la República Checa, Eslovaquia,  Eslovenia, Hungría, Estonia, Letonia, Lituania, Chipre y Malta pasan a  pertenecer automáticamente a la Unión Económica y Monetaria (UEM), cuyo  objetivo es integrar las economías de los países de la UE de manera más  eficaz. 
 
Estos 10 países esperan ir aumentando su nivel económico -que parte de  representar el 4,8% del producto interior bruto (PIB) de la UE actual, es  decir, 444.000 millones de euros en 2002- para poder adoptar el euro en los  próximos años, deseo que todos han manifestado. 
 
Pero antes deben adherirse al mecanismo de cambio europeo, que asegurará  dos años de estabilidad del tipo de cambio sin crisis graves. 
 
Los primeros países dispuestos a ligar su moneda al euro, Estonia y  Lituania, ya han manifestado que quieren hacerlo antes del verano boreal, lo  que debe ser decidido por los ministros europeos y el Banco Central Europeo  (BCE). 
 
Detrás de ellos, Eslovenia y Chipre quieren entrar a fines de este año o  comienzos de 2005, por lo que se prevé que entren en el euro en enero de 2007,  explica Gerassimos Thomas, portavoz del comisario europeo Asuntos Económicos y  Monetarios, Joaquín Almunia. 
 
Letonia dijo que quiere integrar ese mecanismo en enero 2005, y ese año  también lo harían Eslovaquia, Malta y Hungría, mientras que la República Checa  y Polonia todavía no han avanzado fechas. 
 
Frente a las demandas de estos países, la Comisión Europea está "empezando  a estudiar" su entrada en el mecanismo de cambio, pero hasta que se fijen las  fechas pasarán "varios meses", explicó el miércoles Joaquín Almunia. 
 
Tras las primeras entradas de Estonia y Lituania, Eslovenia y Chipre en  2007, seguirían la de Letonia, Hungría, Eslovaquia y Malta aproximadamente en  2008 y Polonia y la República Checa entre 2008 y 2010. 
 
Todos ellos pasarán a integrar la Eurozona, que actualmente está compuesta  por 12 países de la UE (los Quince excepto el Reino Unido, Suecia y  Dinamarca). 
 
Pero la pertenencia a la UEM ya obliga a estos países a respetar las reglas  del Pacto de Estabilidad y Crecimiento acordado en 1997, una de las cuales es  que el déficit presupuestario no supere el 3% del producto interior bruto  (PIB). 
 
Nada más entrar en la UE, la Comisión Europea dio un toque de atención esta  semana por superar el 3% a Chipre, la República Checa, Hungría, Malta, Polonia  y Eslovaquia, aunque por ser novatos no tendrán que corregir este dato en un  año, como sus otros socios. 
 
Como el resto de los países de la UE, esta semana presentaron también un  programa presupuestario, obligación anual a la que deben añadir cómo están  funcionando sus economías en relación con los criterios para adoptar el euro. 
 
Además de la estabilidad del tipo de cambio y el déficit presupuestario,  estos criterios son la inflación, las tasas de interés y la deuda pública. 
 
La inflación no debe exceder en más de un 1,5% la de los tres países que  presenten los mejores resultados en materia de estabilidad de precios. 
 
La deuda pública no debe suponer más del 60% del PIB. 
 
Por último, una tasa media de interés nominal a largo plazo no debe superar  en más de un 2% el de los tres países que presenten los mejores resultados en  materia de estabilidad de precios.