Nino Bravo, la voz de Valencia que conquistó Hispanoamérica

Nació pobre y murió famoso. Ahora es mito. Inmortal. Fundamental. Necesario. Solo 60 canciones lo convirtieron en la mejor voz de España durante los tres años en que reinó. Ahora ya estamos mayo, pero fue en abril cuando se marchó, hace 31 años, sin embargo su presencia sigue tan intacta, como cuando se convirtió en leyenda.

Llegó al mundo como Luis Manuel Ferri Llopis, el 3 de agosto de 1944, en la población de la Comunidad valenciana Aielo de Malferit. Cuando falleció, en un accidente automovilístico, con el nombre de Nino Bravo, era considerado por los españoles el mejor.

Quizás a muchos el nombre no les aporte mayor cosa, pero probablemente la opinión cambiará cuando se enteren de que él es el intérprete de temas como Libre; donde dice: Libre, como el sol cuando amanece yo soy libre, como el mar. Libre, como el ave que escapó de su prisión...

O América, que también la han cantado, entre otros, el mexicano Luis Miguel y el español José Luis Perales, o Te quiero, te quiero, El adiós, Noelia, Puerta del amor y la más famosa de todas, Un beso y una flor (que reproducimos aquí), considerada por muchos como un himno a la migración y el desarraigo.

Pero antes de todo eso el joven Luis Manuel, como lo llamaban sus amigos, según consta en el libro Nino Bravo, historia de un hombre bueno, de Guillermo Ortigueira, ni siquiera concluyó el colegio, solo pudo llegar hasta el 4º curso en el Instituto Nacional de Enseñanza Media Luis Vives de Valencia.

Cuando tenía 3 años su familia se trasladó a Valencia en busca de mejores oportunidades para el trabajo de su padre, llamado también Luis Manuel, que se desempeñaba como vendedor de seguros.

Interrumpió sus estudios para ayudar a su madre en una tienda de comestibles que ella manejaba, y más tarde, orientado por sus padres, entra a trabajar a los 15 años como aprendiz de joyero en una joyería, propiedad de un empresario vasco.

Los que lo conocieron dicen que de pequeño era bastante tímido y retraído. En su barrio hizo amistad con Vicente López, quien se convirtió en amigo inseparable y en bajista de sus conjuntos.

Así comenzó todo
La leyenda da para todo. Según los amigos de Nino, el asunto del canto empezó una tarde de 1958. Luego de una excursión, al amanecer, se despertaron con el cantar de alguien que interpretaba maravillosamente una melodía. Cuando comprobaron que se trataba de Luis Manuel, en ese momento le dijeron: “Con tu voz hay que hacer algo más que hablar”. Así comenzó.

En la joyería lo ascienden a pulidor de diamantes, mientras integra su primer conjunto musical llamado Los Hispánicos. El repertorio del grupo era muy variado, incluía temas de The Platters, Cole Porter y Domenico Modugno, considerado un ídolo por Nino.

Actúan en fiestas de barrio y triunfan en Las Fallas (fiesta de Valencia donde se queman muñecos gigantes). Le ofrecen grabar un disco como solista, pero no acepta por respeto a sus compañeros.

Se desintegra Los Hispánicos y crea Los Superson. Deja su trabajo en la joyería, sale de gira con su conjunto, y, luego, en octubre de 1964, es llamado a prestar el servicio militar en la marina.

Al volver trabaja como empleado y también canta. Fue  el  locutor de la emisora valenciana Radio Popular, y director de la revista Mundo Musical, Miguel Siurán, y quien luego se convertiría en su manejador, quien bautizó a Luis Manuel con el nombre artístico de Nino Bravo, porque según él, tenía cara de bravucón, pero cantaba tiernamente.

Era 1968. Tras cumplir una serie de presentaciones, Nino y Siurán van a Madrid y acuden a la disquera RCA, donde no consiguen nada. Luego prueban en Fonogram y a la semana siguiente firma un contrato por cinco años.

El domingo 16 de marzo de 1969 a las 11h30 se produce la presentación oficial de Nino Bravo y Los Superson en el teatro principal de Valencia. Lo que siguió después ha alimentado el porte de leyenda que lo acompañará por siempre. La gente esperó por horas para verlo y después arrancó los carteles que anunciaban su presentación, todos deseaban un recuerdo de aquel acontecimiento que solo unos cientos pudieron presenciar.

En 1969, aparece el primer disco sencillo de Nino Bravo que incluye Como todos y Es el viento, del cual solo se vendieron 600 copias. Por esa época actúa en diversos festivales musicales como, Barcelona, Atenas y Río de Janeiro.

Su primer LP Te quiero, te quiero apareció en 1970. En 1971 se casa con María Amparo Martínez y graba su segundo LP, que en su edición de vinilo no tenía título pero que en su digitalización fue rebautizado como Puerta de amor.

En 1972, aparecen Un beso y una flor y Mi tierra. En enero nace su primera hija, Amparo; a Eva, su segunda hija, no llegaría a conocerla.

Falleció el 16 de abril de 1973 en un accidente de automóvil viajando de Valencia a Madrid. Habían transcurrido tres años desde su primera grabación y apenas tenía 28 años.