El artista mexicano tiene previsto cantar hoy, a las 21h00, en el Ágora de la Casa de la Cultura de Quito.
El rumor de que Cristian Castro había pedido que no se le preguntara sobre su divorcio y menos se le mencionara el nombre de Gabriela Bo era cierto. El cantante mexicano, quien la noche del pasado jueves se reunió en el hotel Sheraton con la prensa local, fue enfático: “No quiero declarar acerca de eso. Este tema (refiriéndose a Bo) murió. ¡Se acabó!”.
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Sus palabras sonaron sentenciosas y las veces que las pronunció se lo notó incómodo. De su rostro borró la sonrisa y más bien frunció el ceño en señal de disgusto y hasta de protesta por contravenir su deseo e insistir sobre “un capítulo que quiere olvidar”.
Castro dijo que no está resentido ni entristecido por las versiones de Bo, quien declaró al diario Reforma de México que él la maltrataba. Simplemente, anotó, no quiere hablar más de su ex, ni tampoco exponer las razones por las cuales presentó la demanda de divorcio ante un tribunal de Miami, el 5 de marzo anterior, a tres días de cumplir un año de casados.
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El intérprete de temas como Por amarte así, Volver a amar y Azul dijo estar convencido de que su vida personal era aburrida y de que necesitaba acercarse a su público. “Creo que nos hemos distanciado un poco por lo que ha acontecido últimamente”, expresó. Aclaró que su único y actual amor es el público y que si llegara a haber alguien en su vida “ya se enterarán”.
El arribo del artista a Guayaquil estaba previsto para las 15h00 del jueves pasado, no obstante llegó a las 20h00 y su encuentro con los medios de comunicación se concretó pasadas las 22h00. A la cita acudió vestido con un jean celeste, una camiseta blanca y una chompa con colores rojo, azul y blanco. Apareció de manera sorpresiva y tras saludar se disculpó por la demora, ocasionada, según indicó, porque había que aclimatarse.
Amar es... es el nombre del disco y también de la gira que lo trajo al país, pero ¿qué es amar para Cristian Castro? La pregunta lo hizo sonreír y dudar a la vez. “Ya no sé con todos estos acontecimientos... Para mí la música es amor y lo que más puedo reconocer, junto con un beso, es el amor de ustedes, de mi familia y de la gente que me ha seguido”.
Castro mencionó que este álbum, cuyos temas programó interpretar en el show previsto para la noche de ayer en el teatro Ferias de Durán, lo cambió. Siente una madurez bonita, “pero sigo manteniendo esa inocencia en mi interpretación. Ojalá pudiera conservar eso”.
El pop romántico es el género que predomina en sus canciones, sin embargo, Castro aseguró que también se identificaba con los ritmos populares, como la cumbia y la música norteña. “En Amar es... incluí el tema Oración Caribe, de Toña La Negra, en una fusión de bachata y son, eso demuestra que siempre trataré de mezclar ritmos más movidos. Además, ahora estoy un poco más sueltito en el escenario”.
En el disco Azul, que es anterior a Amar es..., Castro aparece con el cabello largo y rubio. Ahora luce el pelo corto, en un tono más oscuro. Sus cambios, acotó, tienen que ver con su estado de ánimo.
“Mientras tenga pelo quiero pintármelo. Es una manía que adquirí desde el new wave de los ochenta. Madonna y los ingleses fueron quienes entraron con la onda de pintarse el pelo”.
Todos sus discos le han dado satisfacciones, pero señaló a Mi vida sin tu amor como uno de sus productos mejor logrados; al tema Verónica, que compuso para su madre, Verónica Castro, como la canción que lo ha hecho llorar; y al Gallito feliz como la melodía que “lo hace vibrar, es parte de mi niñez y es alegre”. Para demostrarlo, antes de despedirse de la prensa –de la misma manera súbita como llegó y sin posar para las cámaras ni firmar autógrafos– contorsionó las caderas y se fue.