Ansiedad, música y energía son los elementos que se conjugaron en el concierto que ofreció la agrupación argentina Erreway, la tarde de ayer en el estadio Modelo de la ciudad.

El show se inició con puntualidad. A las 16h35, los seis miembros de la orquesta ya estaban sobre el escenario y cinco minutos después, Camila Bordonaba, Benjamín Rojas, Luisana Lopilato y Felipe Colombo, integrantes del grupo, aparecieron en medio de los gritos, aplausos y la garúa que cayó durante la primera media hora del recital.

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El lugar no se llenó. Todas las localidades, excepto primera fila, registraron centenares de asientos vacíos. Muchos jóvenes aprovecharon las sillas no ocupadas y las colocaron una encima de otra para treparse y observar mejor la actuación de los argentinos.

Cuando el cuarteto interpretó los temas Para cosas buenas, Te dije adiós, Rebeldeway  y Sweet baby, la ovación del público fue de tal magnitud que parecía que el sitio estaba repleto.

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Varias veces Bordonaba, Rojas, Lopilato y Colombo abandonaron el escenario para cambiarse de atuendo. Los colores negro y blanco predominaron en los trajes que lucieron.

La sorpresa de la tarde fue el unplugged que el grupo preparó para amenizar el concierto. Sentados sobre unas bancas y solo con el sonido de un par de guitarras, Erreway y los presentes cantaron Será de Dios y  Bonita de más. A las 18h00, luego de haber entonado y bailado  16 temas, el conjunto se despidió y salió del tablado, pero los espectadores querían más. Exclamaban ansiosos “¡Erreway! ¡Erreway!”. Pocos minutos transcurrieron para que la agrupación complaciera a la inquieta concurrencia y apareciera para interpretar nuevamente  Para cosas buenas. Al término de esa melodía, Colombo tomó una guitarra y junto al resto del cuarteto cantó Tiempo, pieza con la que la agrupación se despidió finalmente de los asistentes, cuando eran las 18h10.