El cierre transitorio de las pizzerías El Salinerito en Guayaquil, por problemas administrativos, no cegará el empeño de seguir atendiéndolas por parte de 22 queserías y una embutidora comunitarias, diseminadas en los pequeños pueblos del alto páramo de la parroquia de Salinas, en la provincia de Bolívar, a más de 3.600 metros sobre el nivel del mar.

Hace ver  la italiana Giovanna Gelmi, miembro  de la institución que representa a los microempresarios, que  los guayaquileños seguirán disfrutando de los quesos y embutidos y otras comidas realizadas por el grupo Salinas,  más cuando desde diciembre pasado saben que es un mercado muy distinto a lo que antes les pintaba el ex administrador para no pagarles la leche ($ 93.382,88) y reconocerles un mejor precio por  la calidad de los quesos.

“Por años, 898 pequeños lecheros y administradores de queserías han tenido paciencia, humildad y amor hacia sus productos y su tierra, aguantando situaciones exasperantes como el cierre de sus queserías por temporadas o la demora de meses en el pago de la leche”, apreció Gelmi.

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Pese a todo, los comercializadores de Salinas, jóvenes y padres de familia, siguen viniendo a esta y otras ciudades. Gracias a ese esfuerzo su flujo de ventas totales durante el 2004 reporta una utilidad de $ 17.451,95.