La empresa de Alcantarillado y el Municipio local, han solucionado las demandas de los moradores.

El uso de los cauces de los ríos para arrojar basura y aguas servidas, y los problemas ambientales que este fenómeno ha ocasionado, nunca debilitó a los dirigentes de nueve barrios de Manta, que por el contrario encontraron una razón común para luchar contra la contaminación.

En ese escenario de alrededor de 15.000 habitantes, al sureste del puerto, surge desde hace tres años la figura de Joaquina Gil, una activista española especialista en salubridad que ha logrado cambios  en la conciencia de moradores de las riberas de los ríos Manta y Burro, dos afluentes que desembocan en la playa de Tarqui.

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“Pero no solo esos cambios logró con nosotros, sino que también ha luchado para exigir que las entidades responsables de la contaminación empiecen a tomar los correctivos”, dijo Víctor López, presidente del sector conocido como Miraflores.

Joaquina Gil, sin embargo, niega tajantemente que ella sea la líder de los cambios que experimentan los barrios. “No, son ellos los líderes, ellos son los que han logrado que la contaminación disminuya exigiendo por ejemplo que la Empresa de Agua Potable y Alcantarillado (Eapam) que no arroje aguas servidas al río”, expresó.

La salubrista, que llegó en 1981 a Ecuador para colaborar con los jesuitas, ha trabajado en otros sectores del país, como Cotopaxi, Chimborazo y Pichincha, donde impulsó proyectos a favor de comunidades indígenas campesinas.

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“Hasta el año pasado era imposible vivir en Miraflores por las aguas servidas que bajaban por el río; el problema no se ha terminado definitivamente pero los malos olores desaparecieron”, indicó.

Esto se debe a que junto con los líderes de todos los barrios lograron que Eapam conectara nuevas líneas de impulsión, instalara bombas en la estación Miraflores y limpiara las lagunas de oxidación, según señala López.

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Otra obra que esperan conseguir es la construcción de colectores paralelos a los dos ríos, de manera que se recojan las aguas servidas de las casas de los nueve barrios, cuyos moradores, por no tener alcantarillado sanitario, se ven obligados a arrojar los desperdicios a los afluentes.

Edmundo Mera, presidente de Eapam, dijo que la institución gestiona un crédito de dos millones de dólares para la construcción de colectores sanitarios en ambos márgenes de los dos ríos y obras de infraestructura sanitaria para la parroquia Tarqui.

INSALUBRIDAD
LAS ZONAS
Los Barrios Unidos comprenden Miraflores, 8 de Enero, Ensenadita, 4 de Noviembre, 5 de Junio, 15 de Septiembre, Riberas del Río, Bellavista y San Antonio, con una población de alrededor de 15.000 habitantes.

PROMOTORES
Una veintena de promotores de salud realiza en el lugar un diagnóstico socioeconómico para completar el Sistema de Información Local, (SIL).

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INVERSIÓN
A pedido de las comunidades, la Eapam tiene previsto invertir un millón de dólares en los barrios para la construcción de colectores debido a la falta de alcantarillado.

TURISMO
Las aguas servidas que bajan por los ríos Manta y Burro terminan en la playa de Tarqui y afectaron esa área turística.