El escritor publica  una novela en la que la crónica real está mezclada con la  ficción. Aridjis realiza una exhaustiva investigación sobre el creciente culto a  la Santa Muerte en México.

Una fiesta secreta de 24 horas en casa de un capo mafioso, a la que fue invitado el escritor mexicano Homero Aridjis, inspiró su nueva novela La Santa Muerte, sexteto del amor, las mujeres, los perros y la muerte. Habla sobre el creciente culto a la Santa Muerte, patrona de presos y  narcotraficantes, a pesar de que está proscrita por la Iglesia Católica.

Es que “yo estuve en una larga fiesta de 24 horas en la que había narcotraficantes  y connotados políticos y generales mexicanos, ahí tuve mi primer encuentro con la Santa Muerte, un culto que se está extendiendo en México no solo entre  quienes tienen problemas con la ley”, dijo  Aridjis. 

En el thriller La Santa Muerte..., el autor noveló las escenas en las que  unos narcotraficantes departen con altos funcionarios en una gran hacienda  mexicana, a la vez que participan en un sangriento ritual en honor de la  “verdadera reina de la vida”, como también se le llama coloquialmente a la  muerte santificada.

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“Se trata de una novela en la que la crónica real está mezclada con la ficción, decidí hacerlo así para protegerme también, no quiero revelar mucho  sobre la fiesta real porque podría ser peligroso”, agregó Aridjis. El escritor realizó una exhaustiva investigación sobre el creciente culto a  la Santa Muerte en México, una actividad que no obstante estar condenada por  la Iglesia Católica, tiene miles de adeptos en las zonas marginadas del país.

 Portando una guadaña, vestida de blanco, negro o púrpura, la santa es la  figura de un esqueleto de cerámica en donde destacan las profundas cuencas de  sus ojos y unas huesudas manos que en ocasiones son ataviadas con joyas o se  entretienen portando un cigarrillo. “No todos los que creen en esta santa son delincuentes, muchos de los  fieles son hombres y mujeres marginados socialmente, que viven en barrios muy  peligrosos y se encomiendan a la muerte para que esta los proteja”, apuntó.

El origen de la Santa Muerte en México se remonta a la época prehispánica  cuando se adoraba a Mictlantecuhtli y a Mictecacihuatl, el señor y la  señora del Mictlan, la región de los muertos para los antiguos aztecas. A la llegada de los españoles a México en 1519, los indígenas también  creían en Coahtlicue, la diosa de la muerte, cuyo día festivo con posterioridad  se trasladó al tradicional día de muertos mexicano, que se celebra el 1 de  noviembre.

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“El culto es sincrético y ha mezclado sus orígenes prehispánicos con una  parte del catolicismo, igual que como sucedió con la virgen de Guadalupe, que  empezó a ser venerada en lugar de la diosa azteca Tonantzin”, explica  Aridjis. En la novela, como en la vida real, se describe un amplio catálogo social  en el que narcos (traficantes de drogas), niños de la calle, ladrones,  prostitutas y presos se encomiendan a la Santa Muerte, aunque los templos  dedicados a esta en México también son visitados por quienes no encuentran  respuestas en el catolicismo institucional.

 “Esta santa es una hacedora de milagros, encontré a una mujer que me dijo  que le salvó a un hijo enfermo que fue operado, y hay otros que narran que se  volvieron invisibles cuando alguien intentaba asaltarlos”, detalló Aridjis.  Lejos del tradicional conformismo mexicano que explica los problemas y  tragedias íntimas “porque Dios así lo quiere”, quienes se acercan a la Santa  Muerte son practicantes activos “que piden protección contra la violencia, la  pobreza, la inseguridad (ciudadana) y otros problemas de nuestra época”,  explicó.

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A la Señora, como también es llamada, se le reza un rosario el primer día  de cada mes, además de que en su honor hay decenas de oraciones en las que se  le pide atraer al ser amado, fortuna en el hogar y en el trabajo, limpiar  un negocio, y tener éxito en actividades ilícitas. En cada plegaria los creyentes de la santa prohibida suelen repetir la  frase “Muerte querida de mi corazón, no me desampares de tu protección”.