La telenovela de producción nacional se estrenará el lunes 16 de febrero, por Ecuavisa.
Los cuatro mosqueteros del escritor francés Alejandro Dumas cobran vida en la telenovela nacional ‘Yo vendo unos ojos negros’, que Ecuavisa estrenará el lunes 16 de febrero, a las 21h30.
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Y no es que Athos, Porthos, Aramis y D’Artagnan, nombres que el autor dio a sus personajes, aparezcan en la trama, sino que su frase de “Todos para uno y uno para todos” se convierte en una práctica constante para Pilar Fuentes, Virginia Carbo, Ignacia Flores (Nachita) y María Ochoa.
Según el argumento de la telenovela, las cuatro mujeres son amigas y trabajan como vendedoras en una empresa de cosméticos, de propiedad de Mr. Farrow. Las actrices que las interpretan son Marisela Gómez, Patricia Loor, Ximena Barros y Geovanna Andrade, quienes coinciden en que la valentía con que Las Mosqueteras enfrentan la vida evidencia la realidad de muchas ecuatorianas.
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Pilar, una luchadora
Marisela Gómez describe a Pilar como luchadora, sensible y sencilla. Tiene una hija adolescente, que critica sus amores con un hombre mucho menor que ella. Pese a los maltratos de su novio y la oposición de su hija, Pilar trata de mantener la relación, pero cuando descubre que este trata de seducir a la joven, hace prevalecer su amor de madre y se separa de él.
“Su historia es fuerte. Ella lo es y por eso me identifico. A mí me ha tocado luchar mucho en la vida”, reflexiona Gómez, quien incursionó en la actuación a los 12 años. Está casada con el actor, productor y director Patricio Moreno y tiene tres hijas: Emily (8), Patricia (7) y Franchesca (1).
Participó en la serie ‘Emergencia’. Encarnó a Lala, en ‘Los Ángeles de Pacha’, y a Juana, la bruja, en La Hechicera.
Nachita, la novicia rebelde
Ximena Barros da vida a Ignacia Flores, a quien sus amigos llaman Nachita. Porque se crió en un convento, intenta convertirse en monja, pero desiste cuando descubre que su vocación no está en un lugar cerrado. Barros es tan determinante como su personaje. Señala que a los 14 años descubrió su vocación actoral. ‘Pasado y confeso’, ‘Historias personales’ y varios documentales dan fe de su apego a la televisión y el teatro.
Hizo las pruebas cuando trabajaba en el Congreso Nacional y cuando le informaron que sería parte del elenco de la telenovela no dudó en renunciar y establecerse en esta ciudad. Barros dice que otra similitud que tiene con su personaje es la voluntad.
Virginia y la liberación
Para Patricia Loor encarnar a Virginia Carbo es un reto. Manifiesta que si bien comparte el optimismo de su personaje, “no es capaz de hacer las cosas que ella (Virginia) hace sin mayores reflexiones”.
Virginia tiene un hijo a quien empieza a criar sola cuando su esposo la deja en la calle. “Mónica Farrow (Mariela Alcalá), su mejor amiga, la recibe en su casa. Ella acepta, aunque a veces tiene que soportar el acecho de Gonzalo Armendáriz (Henry Soto), el cónyuge de Mónica”.
Loor estudió Tecnología Médica, pero siempre sintió inclinación por la actuación. “Mi esposo sabía de mis aptitudes. En una ocasión un canal convocó a un casting y él me animó a hacer la prueba. Me admitieron y desde entonces me vinculé con este mundo”.
Debido a que sus hijos estaban pequeños, Loor, quien es peruana, abandonó la carrera, “pero ahora que están adolescentes son ellos quienes me animan a continuar”, subraya.
María, la cuarta mosquetera
María Ochoa es el personaje protagónico de ‘Yo vendo unos ojos negros’. Es una adolescente sencilla, cuyos dones y sensibilidad la convierten en un ser especial. Geovanna Andrade es quien lo caracteriza. Ella nunca actuó en una producción dramática, por lo que coincide con su papel en que su historia es como un cuento de hadas.
Andrade nació en Guayaquil y desde pequeña gusta del teatro y la danza, carreras que estudió en Londres.
Fue en ese trajín que se enteró de las pruebas que Ecuavisa estaba haciendo para escoger al elenco de una nueva producción dramática.
En enero del año pasado, Andrade asistió a los casting y durante un mes realizó 30 evaluaciones. Cuando vieron su desenvoltura le encomendaron encarnar a María, a quien describe como una persona “fuerte y honesta, sensible y de gran inteligencia natural”. Está casada con Federico, a quien quiere, pero por quien no siente pasión. “Cuando ingresa a trabajar con Álvaro Santos en la empresa cosmética Cristine Farrow, descubre el amor que jamás sintió”, revela Andrade.