Liliana Miraglia, narradora guayaquileña: “A fines de los 70 e inicios de los 80 la moda era Cortázar. Cada vez que lo leo me vuelvo a sorprender. Tiene la cualidad de hacer que regreses a sus textos. Todo el que estudiaba literatura quería leerlo. Se decía que los que no habían leído Rayuela, poseían un vacío terrible. A pesar de que ahora no vivimos el boom de los 80, es uno de esos escritores que no puedes dejar de admirar”.