La chica dorada de Hollywood, Nicole Kidman, luchando por recuperarse de la ruptura de su matrimonio con Tom Cruise, casi abandona el papel que le hizo ganar un Oscar este año, expresó la actriz el jueves pasado.
 
Kidman estuvo en Sydney, la ciudad donde creció, para asistir al estreno australiano de Cold mountain, el filme que algunos expertos en la industria creen podría darle otro premio de la Academia, como el que ganó por su rol como la atormentada escritora Virginia Woolf en Las horas.
 
El jueves pasado, Kidman fue nominada por la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood, que entrega los premios Globo de Oro, en la categoría de mejor actriz dramática.
 
Sin embargo, el ascenso de la actriz australiana a la cima del mundo cinematográfico podría no haber ocurrido, si su productor no hubiera insistido en que se presentara en el estudio después de que los planes de divorcio se hicieran públicos. “Quería quedarme en la cama todo el tiempo y nunca me levantaba, pero tengo dos hijos y tenía que salir de la cama”, dijo a los reporteros la actriz australiana Nicole Kidman de 35 años.