Ayer se realizó la primera audiencia en el proceso que le sigue la Oficina de Inmigración de EE.UU. a Flores.

El juez Neale S. Foster, de la Oficina Ejecutiva de Casos de Inmigración, negó la tarde de ayer la petición de fianza al sacerdote Carlos Florencio Flores Andrade por considerar que podría huir de Estados Unidos (flight risk) en el caso de deportación que se le sigue.

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Flores compareció a la primera audiencia representado por su abogado, Martin J. Beguiristain, quien argumentó que su cliente ha sido por 22 años un “residente obediente de la ley”.

“Tengo entendido que el Sr. Flores es requerido en el Ecuador y tuvo acceso a mucho dinero”, dijo el juez. La defensa argumentó que EE.UU. había negado una petición de extradición y que Flores era el “chivo expiatorio” en el caso de los 10 millones de dólares que se le imputan en un gobierno “que pronto dejará de serlo”, refiriéndose al régimen del coronel Lucio Gutiérrez.

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“Él no tomó ese dinero y no ha sido convicto de nada”, indicó Beguiristain, al tiempo que presentó al juez el periódico The Miami Herald  donde hay un artículo (en la edición de ayer) sobre el Ecuador con el título ‘Peligra gobierno de apenas un año’, y que trata sobre la supuesta aceptación de contribuciones de narcotráfico del presidente Gutiérrez.

La Fiscalía presentó documentos de los procesos contra Flores en Ecuador y eso motivó la decisión del juez, dijo una fuente cercana al proceso, al recalcar que si lo deportan sería enviado al Ecuador.

Según datos revelados en la audiencia por el fiscal Carlos López, Flores entró a EE.UU. desde Puerto Rico el 8 de junio de este año. En ese entonces fue detenido para interrogatorio pero fue liberado.

López señaló que Flores falló en presentarse a la entrevista de ciudadanía el 28 de abril pasado, cuando ya sabía que era buscado por las autoridades de Ecuador y se cambió de domicilio. El 23 de junio, cuando los agentes contactaron al cura solo encontraron a Guillermo Peña, quien indicó que era su abogado.

Durante la audiencia se estableció que Flores había tenido dos casas en Miami, que ya las vendió. Asimismo, la Fiscalía mostró una licencia de conducir de la Florida a nombre de Flores, pero con la foto de una mujer que, de acuerdo al FBI, se sentaba a su lado en el vuelo en que llegó el cura a EE.UU.

Flores fue capturado el 19 de noviembre por la División Legal de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) cuando estaba en casa de unos familiares al sur de Miami, gracias a una orden de arresto que la Interpol pasó al ICE.

Los documentos que presentó la Fiscalía mostraron que desde 1988 Flores no reside en EE.UU., no ha pagado impuestos, ni ha trabajado allí. “Mi cliente viaja mucho y ha visitado varias iglesias”, refirió Beguiristain.

Abogados de inmigración dicen que si un residente está más de 180 días en otro país corre el riesgo de perder la residencia. Pero en el caso de Flores son los procesos en su contra en Ecuador los que hacen que sea sujeto de deportación.

Según expertos, el caso puede durar 2 o 3 meses.