Nadie podría creer que la producción Gozu, nominada a mejor película fantástica en el Festival de Cine de Sitges 2003, fue filmada en tres semanas. “En realidad estaba programado rodar en quince días, pero como nos divertíamos tanto, lo alargamos un poco más”, manifiesta Takashi Miike, quien llegó a Cataluña para el estreno ayer, de su producción en España.