Un juez de Costa Rica ordenó detener para su extradición a Polonia al prófugo ucraniano Bogdan Koziy, quien reside desde hace casi 20 años en el país centroamericano y está acusado por asesinato de judíos durante la Segunda Guerra Mundial, dijeron este viernes autoridades.
 
"El señor Koziy está hospitalizado, pero lo tenemos custodiado y lo vamos a detener apenas le den de alta", dijo el el ministro de Seguridad de Costa Rica, Rogelio Ramos, a Reuters.
 
Koziy ingresó el lunes al Hospital San Rafael de Alajuela, a 25 kilómetros de San José, por causas desconocidas.
 
Una fuente judicial agregó que la orden judicial para la detención y extradición fue emitida el jueves y responde a una solicitud presentada formalmente por Polonia la semana pasada.
 
Koziy, de 81 años, integró durante la Segunda Guerra Mundial la policía que los nazis alemanes organizaron en la Ucrania ocupada, grupo responsable del asesinato de miles de judíos y personas de otras nacionalidades, según las denuncias.
 
En Polonia se le señala como responsable de asesinar a una niña de cuatro años y de participar en el homicidio de una familia, a fines de 1943.
 
Luego de la guerra, Koziy se instaló en Estados Unidos, donde en 1957 obtuvo la ciudadanía, estatus que le fue cancelado 27 años más tarde cuando trascendió su pasado nazi.
 
Desde entonces reside en Costa Rica, amparado por el estatus de pensionada rentista de su esposa, Yaroslava Ostopiak.
 
En 1986, Costa Rica concedió su extradición a la ahora desaparecida Unión Soviética, que lo reclamaba, pero la URSS no presentó garantías para hacer efectiva la orden judicial, de que no se le aplicaría la pena de muerte, además de que la Iglesia Católica costarricense presionó para evitar su expulsión.
 
Desde entonces, durante tres lustros el caso cayó en el olvido, pero hace pocos años, por presión de la comunidad judía internacional, el tema volvió a la palestra y Costa Rica declaró a Koziy persona no grata y le pidió abandonar el país.
 
El prófugo alegó que ningún país quería aceptarlo como huésped, con lo que encontró un nuevo pretexto para permanecer en Costa Rica