Brasil se adjudicó su tercera Liga Mundial de  voleibol masculino al derrotar a Serbia y Montenegro por 3-2 (25-16, 21-25,  19-25, 25-23, 31-29), en una final poco apta para cardíacos que concluyó con el  suspenso de un set decisivo que seguramente entrará en la leyenda, este domingo  en Madrid. 
 
Campeones mundiales contra campeones olímpicos: la cita era más que  atractiva. Enseguida se hizo evidente que los 10.000 españoles que a pesar del  fuerte calor madrileño se dieron cita para ver el partido, no resultarían  decepcionados. 
 
Esta final inédita arrancó por todo lo alto. Sobre todo del lado brasileño  y especialmente Giovanne, quien anotó tres de los cinco primeros puntos (5-2). 
 
Esa pequeña cosecha, los campeones de Buenos Aires 2002 la hicieron  fructificar con Rodrigao para anular a Miljkovic, poco animado en este duelo  (8-3). Luego aprovecharon varios errores de los serbomontenegrinos, todavía sin  entrar en ritmo (12-6). 
 
Giovanne agregó un ace, André algunos ataques vistosos y los brasileños  se llevaron el primer set (25-16), sin por ello aflojar la presión. 
 
Pero esta vez los victoriosos en Sydney-2000 reaccionaron. En una serie con  Geric en el saque, llevaron a sus rivales a la falta (9-4). 
 
Para el empate parcial hubo que esperar, porque los brasileños fueron  reduciendo lentamente la diferencia (19-18). Fue ese el momento que eligió  Miljkovic para mostrar su verdadero potencial y lograr dos servicios ganadores  y un ataque (25-21). 
 
Comenzó un verdadero duelo. De un lado, Miljkovic, Grbic o Boskan. Del otro  André, Giovanne, Heller y algunos servicios de Nalbert. Y en ambos bandos una  defensa cerrada sobre todos los balones, pero también un riesgo mayor en el  saque. 
 
En ese contexto, un pequeño detalle hace la diferencia. Llegó con una  réplica al centro de Boskan sobre André (18-15). La ventaja ponía a los  serbomontenegrinos en el camino de un tercer set. Y además Boskan repitió,  Vujevic completó y Grbic concluyó el trabajo (25-19). 
 
Para saborear un primer título en este torneo, bien remunerado, con unos 14  millones de euros a repartir, los hombres de Veselin Vukovic estaban en buena  posición. Y para confirmarlo empezaron la cuarta manga en tromba (4-0). 
 
Pero los campeones del mundo tenían sus recursos. Dieron vuelta la  situación en su favor, haciendo renacer el ritmo de samba en la sala, que había  comenzado a desvanecerse. Tras un saque ganador de Ricardo, fue un Anderson en  plena potencia que se encargó de concluir el trabajo (25-23). 
 
La continuación fue un tie-break totalmente de locos en el que cada  equipo tuvo la oportunidad de imponerse. Los logros de Miljkovic o de Anderson  seguían a las faltas en los servicios de Nalbert o de Miljkovic. Hasta que Giba  anotó el último punto (31-29). 
 
El tercer puesto de la Liga Mundial fue para Italia, que derrotó a  República Checa por 3-1 (22-25, 25-22, 25-22, 25-19) en un encuentro sin  demasiada pasión. Los ex tricampeones mundiales tendrán que trabajar mucho para  volver a la cima.