Por el extremo cuidado que le pone a cada una de las cosas que realiza, Danilo Parra podría parecer un joven vanidoso. Si se toma una foto, esta tiene que ser perfecta y captada desde un ángulo adecuado.

Recientemente dio un concierto en el Teatro Centro de Arte y aunque contó con la ayuda de un equipo de producción, él supervisó hasta el último detalle. Llegó incluso a contar las 900 entradas que se vendieron para la velada. ¿La razón?, todo debía salir bien.

Miriam Fuerte, de 25 años y secretaria de María de los Ángeles Montalvo, mamá de Danilo, en Parramont Distribuciones, dijo que esa actitud no le sorprende porque el intérprete de Cuando vuelva a verla es exigente. Atento, sencillo, de buen carácter, pero extremadamente detallista. “Tiene una carpeta con lo que se publica sobre él en la prensa. También guarda las cartas que le envían sus fanáticas. Todo debe estar bien recortado y con fecha”.

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Con sus 1,94 de estatura y sus 25 años, Danilo goza de una popularidad que sorprende, pues hace menos de un año repuntó como solista. “Posee un gran talento. Además de cantante es músico y arreglista y eso ayuda en esta carrera”, expresó Douglas Bastidas, vocalista de Tranzas. Agregó que uno de los defectos de Danilo es la impaciencia, la cual lo lleva a extenuarse por trabajar tan aprisa.

Jorge Luis Bohórquez, productor y compositor de Los supersingles 2003, primer disco de Danilo, ponderó su dedicación al trabajo y el esmero por alcanzar las metas que se impone. Bohórquez conoció al tercero de los Parra Montalvo (Danilo tiene tres hermanos: Adriana, José Daniel y Viviana) en Miami, hace cinco años. Eran compañeros de aula en el Dade Community College, donde estudiaron Music Business. Entonces Danilo no tenía en mente convertirse en cantante. Su única experiencia en los escenarios era la de haber acompañado a su hermano José Daniel en La banda con altura, que este formó.

Fue Bohórquez quien lo animó a grabar un disco, cuyos promocionales, Necesitaba llamarte, Cómo decir y Todo lo que sería, se escuchan con insistencia en las radios locales.

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“Creo que la música estaba en mis genes. Mi papá, Pepe Parra, es cantante y a mi mamá, quien se dio a conocer como Cachita Montalvo, acompañé siempre a sus presentaciones”, acotó Danilo.

“Lo vi actuar una vez y, además de su atractivo físico, me impactaron sus canciones. Son románticas y están en la onda del pop latino”, señaló Alba Pamela Izurieta (16), presidenta del club de fans Danilo Parra, integrado por 80 miembros. “Estamos pendientes de todo lo que se publica sobre él, vamos a sus conciertos y compramos su disco. Apoyamos su carrera”, anotó.

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Al igual que sus fans, Danilo también está atento del club. Para él todas las personas son importantes.

Aseguró que Dios es el motor de su vida y Jesucristo, un ejemplo por seguirse. Por su hiperactividad no se conforma con pararse en un escenario y cantar, también participa en la promoción de su material. Como buen guayaco se siente orgulloso y responsable de su ciudad, de la que no deja de hablar cuando está lejos.