La técnica y el profesionalismo no son las únicas cualidades de los músicos armenios que integran el cuarteto Komitas. Ellos también se distinguen por ser puntuales y llegar a sus compromisos a la hora establecida.
El pasado jueves ofrecieron un concierto en el auditorio del Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC), ubicado en Malecón y Loja. Eran las 19h30 y en el lugar estaban pocas personas. Sin perder tiempo Eduard Tadesvoyan (primer violín), Suren Akhnazarian (segundo violín), Aleksander Kosemyan (viola) y Aram Talalyan (violonchelo), vestidos con trajes negros, hicieron las venias respectivas, tomaron sus lugares y empezaron a tocar sus melodías.
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La primera interpretación de Komitas fue el cuarteto en La menor Rosamunde, de Schubert. En el auditorio todo era silencio y, aunque de cuando en cuando los numerosos espectadores atrasados ingresaban en puntillas para admirar a los músicos, nada interrumpió el lenguaje de acordes y sonidos que durante la primera hora del recital mantuvo absorto a los integrantes del cuarteto.
¡Maestros! exclamó un joven cuando escuchó las siguientes cuatro piezas que, según el programa de mano, correspondían al Minimax del compositor Hindemith.
Tadesvoyan, Akhanazarian, Kosemyan y Talalyan se mantenían sumergidos en una especie de ritual, que los llevaba a acariciar con sus arcos las cuerdas de sus respectivos instrumentos.
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El receso de diez minutos que se registró a las 20h30, permitió a los presentes intercambiar opiniones sobre lo que hasta ese momento habían visto. “La sonoridad de sus instrumentos es única, son limpios al tocar, tienen una técnica muy depurada”, dijo con sorpresa Jorge Rodríguez, profesor de la Orquesta Sinfónica de Guayaquil, institución que invitó a Komitas a presentarse en esta ciudad.
Rodríguez lamentó que debido a las numerosas cortinas y alfombras que posee el auditorio del MAAC el sonido de los violines, la viola y el violonchelo no era muy nítido. Con él coincidieron Byron Sotomayor, director de orquesta; Rolando Grijalba, violonchelista; y Ketty Wong, musicóloga.
“Rara vez podemos escuchar obras de compositores armenios interpretadas al estilo de un cuarteto de primera, como Komitas. El profesionalismo de los músicos es evidente, como también la originalidad de los instrumentos Guarneri que poseen y que datan de los siglos XVII y XVIII”, dijo Wong.
En la segunda parte del recital, los músicos armenios ejecutaron variaciones en Re mayor para cuarteto de cuerdas, de Mirzoyan. Los temas que se escucharon fueron Adagio expresivo, Allegro agitato, Andante cantabile, Vivace risoluto, Grave y Allegreto vivace.
Las seis piezas de Miniaturas, de Aslamazyan, dieron término a la velada. Los integrantes de Komitas abandonaron el escenario mientras el público los despedía de pie.