El consumo de ajo (allium sativum) podría reducir la posibilidad de padecer cáncer de colon y estómago. Leonore Arab, profesor de epidemiólogo en Carolina del Norte, comparó más de 250 trabajos sobre cáncer y hábitos alimentarios efectuados en Estados Unidos, China, Suiza y Holanda y dio como resultado que las personas que incorporaban ajo a sus dietas veían reducida en el 50% la posibilidad de sufrir cáncer de estómago y un 66% de colon.
El ajo contiene algunas sustancias como alicine, ajoen, selenio y germanio, y previene dolores articulares, trastornos respiratorios, presión alta e infecciones bacterianas, porque contiene por lo menos dos antibióticos naturales eficaces y una sustancia a la que atribuyen supuestas propiedades anticancerígenas (germanio).
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También disminuye el nivel de colesterol (LDL) y reduce la formación de coágulos sanguíneos. Tiene efectos antigripales por estimular el sistema inmunológico (eleva las defensas del organismo) y por ser antivírico y antiséptico.
Los médicos naturistas recomiendan tomar 2 dientes de ajo dos veces al día hasta que los síntomas desaparezcan. No se recomienda a quienes sufren de inflamación gástrica.