Las tangas y los disfraces con plumas reemplazaron los sombríos trajes grises y corbatas en la municipalidad de Viena, cuando el rockero Elton John se apoderó del auditorio en una ceremonia anual a beneficio de los enfermos de sida realizada en la capital austríaca.
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John dedicó For The Boy In The Red Shoes (Para el niño de los zapatos rojos) a un amigo que murió de sida, pero no ensombreció el ánimo de los espectadores y el evento denominado Gala por la Vida (Life Ball) se extendió hasta las primeras horas del domingo.
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Miles de invitados entraban y salían del edificio neogótico, vestidos con tuxedos o hasta con sus cuerpos pintados.
Abundó el brillo y los estrafalarios peinados a la Carmen Miranda o Josephine Baker que en oportunidades bloqueaban la vista mientras decenas de miles de curiosos se asomaban desde las barreras emplazadas alrededor del edificio municipal.
John aceptó un cheque de más de 533.000 dólares para respaldar proyectos en Africa.
También los cantantes Taylor Dayne y Neal Tennant, de los Pet Shop Boys se subieron al escenario.
Este evento anual figura entre las más importantes y coloridas galas del mundo dedicadas a recaudar fondos para luchar contra el sida. Antes de que terminara, los organizadores dijeron que habían recaudado unos 5,4 millones de dólares.