Los toreros comenzaron con alegría la inauguración de su estadio venciendo 2-1 a su homólogo español con goles de Holger Quiñonez a los 57 y Taverna a los 88 por el cuadro catalán abrió la cuenta Fernández a los 12 .

Al día siguiente, viernes 27, su rival de siempre, Emelec en un excelente partido venció al entonces campeón de América, el Peñarol de Uruguay por 2 goles  a 1. Ney Raúl “Turbina” Avilés, fue el encargado de meter los dos goles en los minutos 30 y 52, descontó para los orientales Matosas a los 70´.

De esta manera los equipos del astillero disputaron la final del cuandrangular de inauguración del estadio Monumental el domingo 28.

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Ese día Barcelona saltó al campo de juego con la ilusión de ganar su primera copa y clásico en su casa nueva.

Rubén Beninca, fue el fantasma azul que convirtió la fiesta canaria en un cementerio amarillo cuando a los 26 minutos convierte el gol que coronaría a Emelec campeón y nació el Monumentalazo.