Las tropas estadounidenses en Iraq han recibido instrucciones de no desplegar su bandera para no provocar resentimientos contra lo que muchos en el mundo árabe perciben como una ocupación.

 

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Las imágenes, transmitidas en todo el mundo, de banderas estadounidenses ondeando en el puerto iraquí de Umm Qasr y cubriendo la cabeza de una estatua de Saddam Hussein en Bagdad desataron intensas críticas en una región muy desconfiada de las intenciones estadounidenses.

 

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En las dos ocasiones, el pabellón fue retirado y reemplazado, brevemente, con una bandera iraquí.

 

"Adoramos la bandera, pero no la queremos ver izada en Iraq". dijo el sargento Mark Hart a sus soldados.

 

El militar admitió que ambos casos fueron errores y enviaron un mensaje que no era el que intentaban los soldados.

 

Preparando a sus tropas de la 4ta División de Infantería para su primera operación en Iraq, Hart dijo que temía que la retaguardia estadounidense pudiera ser atacada por grupos locales vengativos.

 

Ver la bandera estadounidense izada en su tierra sólo alentaría la sed de venganza de estos grupos.

 

Muchos soldados estadounidenses llevan consigo la bandera como un recuerdo de su patria y un aliento para el agotamiento mental y físico, pero ahora se les ha dicho que deben dejar las banderas en el campamento o en sus mochilas.

 

"Simplemente no deben llevar banderas. Pueden tenerlas en sus vehículos, en el pecho, pero no las coloquen en ninguna parte ni las desplieguen en estatuas o edificios", dijo Hart.

 

También aconsejó a sus soldados que no toquen las banderas iraquíes porque esto podría reflejar una señal de que Saddam Hussein está aún en el poder.

 

"Necesitamos una alternativa. Quizá podamos ver juntas a la bandera estadounidense y la iraquí", agregó. "Eso sería algo bonito".