El mayor retablo medieval sobreviviente de Gran Bretaña, una enorme pieza de roble que representa la crucifixión de Cristo en oro, azul intenso y rojos vivos, regresó este jueves a la exhibición pública tras estar casi por una década en restauración.
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El Retablo Thornham Parva fue restaurado esmeradamente, al desprenderse capas de pintura agregadas durante siglos de sus nueve paneles de roble para revelar a Cristo, la Virgen María y ocho santos, que fueron pintados hace casi 700 años.
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El retablo, diseñado para adornar la parte posterior de un altar en un priorato hace tiempo en ruinas, ha sido montado de nuevo en la iglesia de St Mary en Thornham Parva de Suffolk, que ha sido su hogar desde que fue rescatado de un desván de una granja en la década de 1920.
Las dimensiones del retablo son de cuatro metros de ancho por un metro de alto y la obra tiene una historia rica y llena de acontecimientos.
Expertos creen que fue pintado en la década de 1330 por artesanos en el pueblo anglo del este de Inglaterra, Norwich, para el priorato dominico ubicado en el cercano poblado de Thetford, fundado hace 900 años. Uno de los santos representado es Santo Domingo, fundador de la orden dominica.
Los académicos rastrearon el origen de la madera usada para los paneles y lo ubicaron en un bosque en Polonia, reconocido por la calidad de sus robles en la Edad Media.
Tras dos siglos en el Priorato de Thetford, el retablo desapareció durante la Reforma en el siglo XVI, cuando los seguidores de la emergente fe Protestante destruyó muchos de los tesoros medievales de la Iglesia Católica Romana de Inglaterra.
El retablo resurgió por un lapso breve en 1778, cuando aparentemente fue puesto en subasta, y luego desapareció de nuevo por más de un siglo hasta que se halló entre una pila de madera en un desván sobre un establo, en una casa de campo.
La historia del siglo XX ha sido menos traumática, aunque fue trasladado por un tiempo a un área rural en el suroeste de Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial para protegerlo de los bombardeos alemanes en el este de Inglaterra.
Los expertos dicen que el retablo no se observa notoriamente diferentes tras la restauración que costó 250.000 libras (400.000 dólares), pero su futuro ahora está asegurado.
El trabajo fue develado a los medios de comunicación el jueves y se va a exhibir al público de inmediato.