Miles de personas recorren este domingo varias avenidas de Bogotá en una jornada de "resistencia civil contra el terrorismo" para protestar por el atentado contra un club social de la capital colombiana en el que murieron 33 personas.
 
El alcalde bogotano Antanas Mockus encabezó la gigantesca marcha por la populosa avenida Eldorado y que se concentró en el Parque Simón Bolívar, zona oeste de la ciudad, en el que el arzobispo de la capital Pedro Rubiano celebró una misa.
 
La jornada fue denominada por Mockus como una marcha "por la vida, camino contra el terrorismo".
 
El pasado viernes una explosión, al parecer originada por un coche-bomba, en el estacionamiento interno del exclusivo club El Nogal, destruyó el lugar en momentos en que casi mil personas disfrutaban de las discotecas, tabernas, bares, saunas, una piscina, salones de conferencias, canchas de varios deportes y restaurantes.
 
Este domingo varios agentes federales antiexplosivos de EE.UU. analizan en el interior del estacionamiento, junto a artificieros colombianos, qué tipo de sustancia, cantidad y mecanismo de activación causó la deflagración.
 
De los 168 heridos, 56 continúan hoy hospitalizados, ocho graves, y algunos en unidades de cuidados intensivos de distintos centros sanitarios de la capital, informó hoy también el secretario de salud de Bogotá José Fernando Cardona.
 
El atentado fue atribuido por distintas autoridades, entre ellas el vicepresidente Francisco Santos, a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la principal guerrilla del país.
 
El presidente colombiano Alvaro Uribe, por su parte, pidió a la comunidad internacional, que no apoye el terrorismo que agobia a su país.
 
La acción criminal se registró pocas horas después de que la Policía hallara y se incautara de cinco morteros con sus rampas de lanzamiento, de fabricación casera, en una vivienda del sector oeste de la ciudad, que según altos mandos, pertenecían a milicianos de las FARC.